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Jams en Amsterdam

Jams en Amsterdam

La improvisación de contacto es una técnica y estilo de danza en la que los bailarines se apoyan entre ellos utilizando la masa de sus cuerpos durante el movimiento, respetando ciertas normas básicas pero dejando rienda suelta al instinto y la improvisación. Se considera que durante los primeros años setenta el bailarín estadounidense  Steve Paxton fue el primero en sentar las bases de este arte, desarrollando especialmente los duetos intensos pero carentes de fondo musical… Es decir, una pareja de bailarines tocándose, cayendo, haciéndose mutuamente de contrapeso, levantándose, rozándose, en un balanceo mutuo que acaba siendo una mezcla de baile, teatro y duelo de artes marciales. La atmósfera que se crea entre los bailarines y con el público es generalmente informal, cooperativa e igualitaria. Este ambiente accesible y poco elitista favorece la celebración de encuentros informales que reciben el nombre de jams, y que los promotores de este estilo de danza celebran habitualmente por todo el mundo. Hoy quiero hablaros de un lugar de Amsterdam en que podéis asistir tanto a clases regladas como a jams semanales: es el estudio de danza Studio 100, situado en el número 100 de la calle Wittenstraat (entre Westerpark y el Jordaan). Cada sábado por la tarde se reúnen allí un buen número de bailarines de diferentes estilos, procedencias y nivel de experiencia (una ventaja de la improvisación de contacto es que no hace falta un largo aprendizaje técnico antes de empezar a bailar). De las 14:00 a las 16:00 se realiza una clase (a cargo de un profesor diferente cada semana) para explicar las bases de la improvisación de contacto, sugerir algunos...
African Innovations en Nueva York

African Innovations en Nueva York

El Museo de Brooklyn es uno de los más grandes de Estados Unidos y el segundo en tamaño de la ciudad de Nueva York.  Sin embargo, hubiera sido incluso cuatro veces más grandes si la normativa urbanística no hubiera obligado en 1895 a una alteración de los planos originarios conducente a la reducción de sus desmesuradas dimensiones. El edificio actual fue inaugurado en 1897, pero hasta la década de los años setenta del siglo veinte el museo no cobró independencia propia, siendo una subdivisión del Instituto de Brooklyn de Artes, Letras y Ciencias, que también incluía la Academia de Música, Los Jardines Botánicos y el Museo de la Infancia del popular distrito neoyorquino. La dimensión y variedad de sus colecciones está a la altura de su ingente número de metros cuadrados y su pasmoso espectro incluye desde obras maestras del antiguo Egipto hasta el Centro de Arte Feminista Elizabeth A. Sackler, donde se exhibe, entre otras piezas, la seminal instalación de Judy Chicago La cena. Dentro de esta impresionante gama de obras expuestas destaca especialmente la colección de arte africano (de hecho el Museo de Brooklyn fue uno de los primeros en presentar una exposición de arte africano en territorio americano, en 1923), comprendida por más de 5000 piezas que recorren más de 2500 años de Historia, lo que la convierte en la más extensa de todas la existentes en los Estados Unidos. En el último año esta extraordinaria colección ha sido sometida a un meticuloso proceso de reorganización que finalmente ha culminado con una nueva manera de presentar las piezas basada en criterios cronológicos y contextuales que desplazan...
Expo Bigger than Life en Viena

Expo Bigger than Life en Viena

Tal vez más un estilista con la intuición necesaria para refinar y extender las técnicas  y métodos cinematográficos ya existentes combinándolos con las convenciones del arte, la literatura y el teatro victorianos que un verdadero innovador, lo cierto es que es difícil discutirle a David. W. Griffith el título honorífico de “padre del cine”, si atendemos a la manera en que su amplísima obra moldeó decisivamente el lenguaje y la sintaxis prevalentes en la realización de películas durante más de cincuenta años partiendo de los elementos más básicos del oficio. El gran director austríaco Eric von Stroheim, responsable de algunos de los filmes más memorables de todos los tiempos, que en sus comienzos, tras haber empezado trabajando como extra, llegó a ser ayudante de dirección de Griffith, dijo de él que se encargó de poner poesía y belleza en lo que hasta entonces era una forma de entretenimiento barata, chabacana y hortera. Pues lo cierto es que eso era el cine esencialmente en aquellos primeros confusos años del siglo en América; las películas eran productos de consumo rápido que se compraban por metros y se exhibían como parte de espectáculos de vodevil  y variedades o en barracas de feria. Algunos de esos primeros exhibidores de poca monta que esperaban hacer algo de dinero con lo que todavía era esencialmente considerado una novedad de mala fama y escaso prestigio completamente alejada de toda pretensión artística (es célebre la afirmación de un  afamado crítico de teatro en 1905 referida a la conveniencia de fusilar a cualquiera que disfrutara genuinamente una película) se convirtieron sin embargo en un plazo no excesivamente largo...
El Bar 68 en Barcelona

El Bar 68 en Barcelona

Las calles de Barcelona están bastante gastadas últimamente. El rollo indie y electro y hipster y psedo-rocker no da para más. Míralo bien, las alternativas cada vez son menos y los precios demasiado altos. El que viene a Barcelona viene a perder el tiempo, ciertamente, perderlo divirtiéndose, bebiendo, bailando o consumiendo algún producto “recreacional”. Basta con vivir un tiempo en Barcelona para descubrir que la gente en esta ciudad apunta por sobre todo a la imagen, lo “cool”, la moda, y la cultura de lo “guapo” o “bonito”. Es claro: si no tienes “look”, aquí no eres nadie. Si no tienes un lugar donde te conozcan, donde sepas que va a haber alguien esperándote, tampoco eres nadie. Así, Barcelona recibe miles y miles de visitantes que vienen a dejarlo todo en la pista de baile, ligar, pasárselo bien, y están dispuestos a que lo imprevisto siempre suceda. Desde el barrio Gótico hasta el Raval, las zonas donde hay más acción en el centro de la capital catalana, hay una gama de bares, discotecas, restaurantes y cafés en los que puedes modelar lo mejor que te compraste el otro día, tu nuevo atuendo de moda, el vestido “vintage” que recién te trajo tu mamá de Berlín. Musicalmente la ciudad es a prueba de balas, encontrarás diversos eventos y lugares que ofrecen principalmente lo mismo: indie rock para hipsters, heavy metal para metaleros viejos, soul y garage para la gente más “arty” y “cool”, electro para turistas y curiosos. Sin embargo, no faltan los lugares que sí son diferentes. El Bar 68 es uno de estos. Recientemente está renovando sus noches...
Teatro Costanzi, el Teatro de la Ópera en Roma

Teatro Costanzi, el Teatro de la Ópera en Roma

Domenico Costanzi fue el artífice de la creación en 1880 de este prestigioso teatro, dedicado a la ópera lírica y al ballet. El sueño de este hombre de negocios, llegado a Roma en 1870, era dotar a la capital de una sede que hiciese honor a su categoría y al prestigio internacional de la tradición lírica italiana. Para lograrlo, invirtió toda su fortuna personal en el proyecto, que encargó al arquitecto Achile Sfrondini, especialista en la construcción y restauración de teatros. Construido en un tiempo récord, 18 meses, podía albergar a más de 2000 espectadores y contaba con tres niveles de palcos, un anfiteatro y una galería de arte, todo ello coronado por una cúpula con exquisitos frescos de Brugnoli. A su inauguración, con la ópera “Semiramide” de Rossini, acudieron los reyes Umberto I y Margarita. Desde entonces, ha pasado por varias reformas, cambios de nombre y gestores y acogido a innumerables artistas y representaciones de prestigio. Hoy llamado Teatro de la Ópera, en sus 131 años de vida, ha escrito muchas páginas memorables del teatro musical, la ópera y la danza. Herbert von Karajan, Enrico Carusso, Rostropovich, Pavarotti, Plácido Domingo y María Callas, son sólo una pequeña parte de los ilustres personajes que han dejado sus huellas en el Costanzi. Actualmente, cuenta con 2200 localidades y una exquisita programación. Además de la orquesta, posee su propia compañía de ballet y escuela de danza, con una temporada de baile muy popular en la ciudad. Desde 1937, con la llegada del verano y el fin de la temporada invernal, el Teatro de la Ópera realiza una programación estiva al aire...