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Estamos convencidos de que la mejor forma de conocer un país extranjero es probar su gastronomía. A veces nos asusta experimentar comidas nuevas, y echamos de menos nuestros productos nacionales, pero comer lo que comen los lugareños es el primer paso para sumergirte en su cultura.
Hoy queremos hablarte de los platos típicos de algunas capitales europeas: Roma, París, Ámsterdam, Berlín, Budapest y Madrid. Si te gusta cocinar, te animamos a que intentes realizar estas recetas en tu apartamento, después de comprar los ingredientes en las tiendas locales. Si no, ¡siempre podrás sorprender a tus amigos organizando una cena a tu vuelta!
Roma – Carbonara
Un plato riquísimo que todo el mundo cocina de forma distinta. Cada persona tiene su receta, pero la original es una sola. No te la vamos a desvelar ahora, sólo te decimos que no lleva nata. ¿La mejor forma para descubrirla? Ir por las tiendecitas locales y charlar con la gente de Roma. Es posible que esto dé lugar a animadas y divertidas discusiones sobre la forma perfecta de cocinarla, pero seguro que al final te harás con el secreto de la verdadera carbonara y podrás sorprender a tus amigos, tu familia o tu media naranja con esta exquisitez durante tu estancia en Roma.
Cocina tu carbonara en esta maravillosa cocina rústica, te aseguramos que te sentirás romano al 100%.
París – Croque Monsieur
Ponerse a prueba con la cocina francesa puede asustar si no eres un cocinero experimentado, ya que las exquisiteces de este país muchas veces son bastante elaboradas. Pero si quieres sorprender sin volverte loco en la cocina, sólo tienes que comprar pan de molde, jamón cocido y queso (emmental o gruyere). Júntalo todo, gratina al horno… et voilà: aquí tienes el sabrosísimo Croque Monsieur, mucho más que un simple sándwich.
Este plato apareció por primera vez en un café parisino en 1910, y hasta el gran escritor Marcel Proust lo menciona en su obra “En busca del tiempo pedido”.
Prepáralo en la elegante cocina de este apartamento en París.
Ámsterdam- Bitterballen
Durante tu estancia en Ámsterdam seguro que harás muchísimo turismo. Te sugerimos que tengas siempre algo en la nevera para picar durante las pausas entre una visita y otra. Un tentempié delicioso típico de Holanda son las Bitterballen, pequeñas albóndigas preparadas con carne picada, harina y mantequilla. Te aseguramos que cocinarlas merecerá la pena y que te harán recuperar las energías.
No hay mejor lugar para cocinar este plato que esta lujosa cocina en pleno centro de Ámsterdam. Podrás degustarlas sentado en esta mesa y rodeado por objetos de diseño. ¡Un verdadero sueño!
Berlín – Eisbein
Imposible mirar esta bonita cocina con una mesa tan grande y que no te entren ganas de organizar una cena con tus amigos.
Berlín no es exactamente la mejor ciudad para los vegetarianos, ya que casi todas sus especialidades son a base de carne. Un plato realmente típico es el Eisbein, codillo de cerdo guisado y acompañado de patatas y chucrut. Cocinar esta receta junto con tus amigos será casi tan divertido como la cena.
Acompaña este plato con una buena cerveza alemana y vive la noche perfecta. Y después, nada mejor que un poco de música y una partida de futbolín.
Budapest – Gulash
Visitar Hungría y no probar el Gulash sería una herejía. Este estofado hoy en día muy conocido nace como una sopa preparada por los pastores (de ahí el nombre, que significa “sopa del pastor”) en grandes calderos y con fuego de leña. Seguramente no sea el plato más ligero del mundo, pero merece la pena aprender a cocinarlo, porque es realmente exquisito. ¿Los ingredientes? Los principales son carne, cebollas, zanahorias, patatas y páprika. Los lugareños te recomendarán las piezas mejores para un gulash perfecto.
Sólo te queda ponerte manos a la obra en esta coqueta cocina de Budapest y disfrutar de un almuerzo o una cena como un verdadero local.
Madrid – Cocido madrileño
¿Quieres sentirte como un verdadero madrileño? Entonces, después de un sábado de fiesta por la Latina, te recomendamos que prepares el plato típico de los domingos: el cocido. Antes se preparaba con las sobras de la semana, pero ahora se ha convertido en una verdadera especialidad a base de productos de primera elección. El ingrediente principal son los garbanzos, acompañados por diferentes verduras y carnes, panceta y a veces algún embutido.
Despiértate en este increíble apartamento en plena Plaza Mayor, tómate un café en su terraza y después intenta realizar esta sabrosa receta para que la prueben tus queridos. Esta cocina rústica es tan bonita que no te apetecerá hacer otra cosa.
