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Mónica Boixeda
Definitivamente junio es el mes de Viena. A comienzos de verano, cuando la ciudad al completo se engalana con su mejor cara, cuando teatros, auditorios, plazas y salas están a rebosar con sus festivales (el Festwochen y el Festival de Jazz de Viena, de los que hemos dado debida cuenta en este mismo espacio, son las referencias indiscutibles), cuando esta capital se sacude de los rigores del invierno… es entonces cuando da comienzo, además, la temporada de conciertos. Músicas de todo tipo, desde pop independiente hasta blues, desde rock hasta heavy, desde folk hasta clásica… de intérpretes llegados desde todos los puntos del planeta suenan por los rincones de Viena. La oferta llega a ser de tal saturación que cuesta hasta trabajo seguir las novedades y estar al tanto de las noticias musicales, pero para eso estamos nosotros aquí. Pues bien, el día 26 de junio a las 8 de la tarde, en el Stadthalle de Viena, como parte de su gira internacional (llegan de Praga y se irán, después, a Milán) darán un concierto ese veterano y cambiante grupo de heavy metal que es Black Sabbath. El precio de las entradas es único (a 130 euros) y se pueden adquirir, como todo en este siglo XXI, a través de Internet. Os dejo aquí la dirección al respecto: http://www.vienna-concert.com/Vienna-Concerts-Events_268_en.html. La gira de conciertos lleva el título de “Ozzi & Friends” seguramente para no confundir a los espectadores sobre los integrantes de la nueva banda que, desde sus inicios, hace más de cuarenta años, en el mítico 1968, ha dado tantos tumbos como movimientos en la nómina de sus...
Mónica Boixeda
El 9 de julio en el Maçka Küçükçiftlik Park de Estambul se presentarán en concierto la banda de rock británica Duran Duran. La gira es para promocionar su nuevo disco en concierto, All You Need is Now. Duran Duran es la banda británica que representa al new wave de los 80, conformada en la actualidad por John y Roger Taylor (voz y bajo), Simon Le Bon (voz), Dominic Brown (guitarra) y Nick Rhodes (teclados y la batería), su distintivo fue su glamorosa performance sobre los escenarios que se reprodujeron en los video-clip. Esto los llevo a diferenciarse de muchos grupos que traían estéticas del punk. Eso atrajo a muchas jovencitas, convirtiéndose en un fenómeno comercial de la época. Sin embargo, no todo ha sido marketing y glamour, Duran Duran es un excelente grupo musical, que nació con la intensión de ser una banda con la energía musical de Sex Pistols, pero con ritmos bailables muy al estilo de David Bowie y Roxi Music. Esto lo logró con creces y ahí radica una parte importante de su éxito. Su nombre es tomado de la película Barbarella (1968), del director Roger Vadim, donde el villano se llama Dr. Duran Duran. La película de ciencia ficción interpretada por Jane Fonda fue considerada muy atrevida, pues suponía alto contenido erótico para la época. Los comienzos de la banda fueron difíciles, tocaban por la noche y trabajaban durante el día como porteros, camareros o DJ. El año 1981 sale su primer álbum con el nombre de la banda. El sencillo Planet Hearth llegó al puesto Nº 12 del Top 20 británico. El sencillo que...
Paul Oilzum
Resulta difícil no pensar en la banda estadounidense Pearl Jam, que ofrecerá sendos conciertos en la flamante caja mágica del Ziggo Dome de Ámsterdam los días 26 y 27 de junio http://www.ziggodome.nl/ como unos auténticos supervivientes. Después de todo son unos de los escasísimos grupos del estallido del llamado sonido Seattle de la primera mitad de los años noventa que permanece en activo, lo que no es decir cualquier cosa. Junto a Nirvana lideraron entonces el movimiento grunge, polarizado mediáticamente por ambas bandas en una rivalidad con más de un punto de semejanza a la existente en los años sesenta entre Rolling Stones y Beatles. A diferencia de estos últimos, sin embargo, los miembros de Pearl Jam sí dieron señales de creerse el papel de antagonistas de Nirvana que les adjudicó inmediatamente la prensa, no obstante los muchos puntos de contacto entre ambos grupos, catapultados tan sorprendente como repentinamente a un estrellato masivo que para una parte importante de toda una generación se convirtió en poco menos que un estilo de vida. Fue solo a raíz del suicidio de Kurt Cobain en 1994, incapaz de lidiar con el hecho de que su grupo se convirtiera en la banda más cosificada y popular del planeta, de vivir con el hecho de que la angustia existencial y la ira antisistema de sus memorables canciones fuera transformada en espectáculo y en un solicitadísimo objeto de consumo, que Eddie Vedder, el cantante y líder carismático de Pearl Jam, pareció darse cuenta de lo absurdo de haber contribuido de alguna manera al mencionado enfrentamiento con quien en el fondo era un par y un amigo...
Mónica Boixeda
Los viajeros curtidos en eso de los placeres mundanos saben que la mejor época para ir a Viena es a finales de primavera o a principios de verano, cuando los días cálidos y soleados se alargan luminosos prometiendo algo más que felicidad y ya es un decir. La que fuera antigua capital de un imperio se engalana al máximo y es un espectáculo pasear por sus hermosos jardines a la francesa con flores multicolores enmarcadas por inmaculados setos de boj. Durante estas semanas, Viena invita a los paseos, al disfrute, a la felicidad y a un aristocrático saber vivir. El Cirque du Soleil en Viena Si el viajero se encuentra por la capital de Austria durante la primera semana de verano, hay otra actividad lúdica a tener en cuenta: la puesta en escena de la obra “Alegría” por parte del conocido y famoso Cirque du Soleil. Al espectáculo de la ciudad se une este otro en el que se mezclan números de bailes con acrobacias imposibles, un atrezzo digno de una superproducción de Hollywood y música en directo. La cita, que se me va olvidar, tiene lugar a partir del miércoles 20 hasta el sábado 24 de junio en el Stadhalle de Viena o Estadio Municipal, situado junto a las vías del tren y de estética tan futurista que, aunque el edificio ya ha cumplido sus buenos cincuenta años (fue construido entre 1954 y 1958), parece recién salido del estudio de una arquitecto moderno. Los precios de las funciones varían, ¡cómo no!, desde los 22,50 € hasta los 94,50 euros. No me entretengo con detalles de tipo práctico, así...
Paul Oilzum
El término “las noches blancas” no sólo se refiere al fenómeno ocurrido anualmente en torno al Solsticio de verano en virtud del cual en Laponia y algunas ciudades del norte de Europa tales como San Petesburgo durante una temporada no llega a hacerse nunca de noche del todo. También es una temprana novela corta de Dostoievski marcada como gran parte sino toda su producción literaria por cierta idea de la espera. En una célebre conferencia impartida en los años ochenta en la Femis de París, sin mencionar en ningún momento la fantasmal y extraordinaria adaptación de Visconti de la historia del autor ruso, Gilles Deleuze divaga admirablemente sobre este punto en relación con las razones que pueden hacer que un cineasta se sienta movido a adaptar una gran novela, que en su opinión guardan una relación directa con el hecho de que este tenga ideas en cine que guardan una correspondencia con algunas de las que el libro en cuestión ofrece, produciéndose de esa manera en ocasiones encuentros extraordinarios. A su parecer, por ejemplo, esa es una de las posibles explicaciones del interés de Kurosawa por Dostoievski, pues en sus novelas los personajes, frecuentemente caracterizados por un considerable estado de movilidad, inquietud y agitación, se olvidan a menudo del objetivo de sus acciones no importa el grado de urgencia de los asuntos de los que aparentemente se ocupan, incluso que estos puedan ser cuestiones de vida o muerte, de manera que las trascendentales emergencias en las que parecen estar perpetuamente atrapados pierden consistencia ante la certidumbre de fondo de que siempre hay otra cuestión más urgente cuya naturaleza...