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Recientemente el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA) ha adquirido una pieza fechada en 2003 consistente en el rastreo documentado en fotografías y textos varios de una acción consistente en la clausura, haciendo uso de una estructura metálica, del acceso a una cueva ubicada en un lugar determinado de las montañas del País Vasco, con la particularidad de permitir un pequeño pasaje por el que puedan entrar y salir los murciélagos.
El paso de las personas quedó sin embargo completamente cerrado. Se trata de una obra que aspira a significar y recodificar el paisaje a través de una intervención en el mismo que juega con las nociones filosóficas de lo simbólico y lo identitario. En las sucintas palabras del autor de la pieza, «el cerramiento de mi cueva no afecta a la naturaleza, sino a la conciencia humana, y esta es una diferencia fundamental… Aunque parezca violento, no lo es. Afecta solo a nuestra imagen de lo sagrado. Tiene una función simbólica”.
El nombre de la intervención es Ir. T. Nº513 zuloa. Extended Repertory y el de su creador Ibon Aranberri (Itziar-Deba, 1969), un enigmático artista que, siendo sólo fragmentariamente conocido, en los últimos años ha ido ganando un crecientemente importante prestigio internacional con trabajos similares, obras concebidas en forma de proyectos que se sitúan entre la narratividad documental y el formalismo abstracto donde el material artístico esencial acaso sean la naturaleza y la historia.
Ahora, y hasta el próximo 15 de mayo, tras tres sucesivos aplazamientos—la muestra empezó a prepararse en 2004—la Fundació Antoni Tàpies de Barcelona (calle Aragó 255, http://www.fundaciotapies.org/site/) le dedica una exposición retrospectiva comisariada por Nuria Enguita Mayo que cubre los últimos diez años de su actividad artística donde se podrá ver Ir. T. Nº513 zuloa. Extended Repertory, acaso una difícilmente mejorable ilustración de la manera de trabajar y las preocupaciones de Aranberi, con la particularidad de incluir para la ocasión algunos de los restos originales encontrados en las excavaciones de la cueva.
Según la concibe el propio Aranberri, la esperada exposición, titulada Organigrama, se articula en torno a una serie de círculos concéntricos que trazan una suerte de itinerario por gran parte de la obra del artista vasco—presentando tanto piezas terminadas como fragmentos de antiguas obras sacadas de contexto–interesada a menudo en exponer las maneras en que el poder se encarga de manipular los territorios y los paisajes y la forma que tenemos de construir el pasado a partir del presente.
Para la comisaria de la exposición el trabajo de Aranberri vendría a demostrar en definitiva, a través de un contenido político expresado más en la manera de realizar las obras que en los propios asuntos que estas aparentemente tratan, que los tiempos que corren están esencialmente incapacitados para la noción y el sentimiento de lo sublime.
Sea como fuere, la obra expuesta resulta siempre estimulante para la mente, especialmente en piezas como Política hidráulica, Diseño de nuestro desarrollo, Ría y acantilado, Found Dead o el particularmente hermoso trabajo en torno al traslado de monumentos que constituye Gramática de meseta.
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Paul Oilzum
Como podrá comprobar si se acerca a visitarla cuando ocupe alojamiento en Barcelona
