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Aunque hasta mediados de diciembre no comienza oficialmente el verano en el hemisferio sur, ya en los meses de octubre y noviembre (en su primavera) empieza el calor al otro lado del mundo. Y como el Planeta demasiado grande para resumir en un post, vamos a centrarnos en Australia, Argentina y Brasil: 3 países gigantes con un enorme atractivo que se dispara en la época estival.
Las cataratas de Iguazú, Brasil y Argentina
Son unas impresionantes capas de agua cayendo a una velocidad de vértigo a un enorme agujero sin fondo fronterizo entre Argentina y Brasil. Impresiona especialmente la Garganta del Dragón, del lado argentino. Parece el fin del mundo. Pues bien, si viajáis en verano os aseguraréis ver muchos más animales que en otras épocas del año. El sol les invita a salir y pasear. Hay 450 especies de aves (urracas, tucanes, loros, etc), mamíferos (monos, felinos, coatíes y animales en peligro de extinción como el yaguareté.
Foto: La Garganta del Diablo, Cataratas de Iguazú universoac
Playas de Copacabana e Ipanema, Río de Janeiro
En verano, estas dos playas brasileñas recobran vida y se llenan de cuerpos esbeltos y gente guapa. Pasear por allí puede ser incluso perjudicial para la salud, ya que es muy habitual mezclar el sol con las caipirinhas que os ofrecerán en las decenas de chiringuitos que bañan las playas de Río de Janeiro. Si Copacabana es la playa de moda de Río, Ipanema no se queda atrás. De allí salió la famosa garota de la canción y en cierta medida sigue estando presente. Y hay que decir que lo que más llama la atención es que en pleno verano, y yendo en bañador por la calle, la gente no renuncia a ponerse gorros de Papá Noel, bufandas, calcetines o barbas postizas. Es muy curioso.
Glaciar del Perito Moreno
La mejor época del año para ir a la Patagonia argentina es precisamente ahora, cuando se acerca el verano en el hemisferio sur. Y no lo digo por nada, sino porque si vais en su invierno probablemente no aguantaréis las bajísimas temperaturas que caracterizan a este enorme glaciar de la Provincia de Santa Cruz. La llaman la Catedral del Hielo y es lugar de peregrinación de los amantes de la naturaleza. Además si vais en estos próximos meses tendréis más probabilidades de ver como cae el hielo azul al océano helado. Es un auténtico espectáculo de la naturaleza que cuando ocurre lo hace sólo para unos cuantos privilegiados.
Sydney
En Sydney, gracias a su clima subtropical húmedo, los veranos son suaves y los inviernos fríos. Esta ciudad cosmopolita, a pesar de ser la más grande y poblada de Australia, es muy acogedora e invita a que sus visitantes se interesen por la cultura. Uno de los atractivos principales es su ópera, La Ópera de Sydney, del arquitecto danés Jorn Utzon, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2007. Allí, además de ópera, también podréis ver danza, ballet y diferentes producciones musicales de decenas de países. Os recomiendo también contratar un crucero por la Bahía de Sydney, un plan perfecto en pareja o con amigos. De hecho, algunos incluyen cena y copas. Los barcos salen del Puerto Jackson, que por cierto es el mayor puerto natural del mundo.
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