Alessandro Dari Joyero

Cuando Florencia empezó a despuntar en la escena internacional allá por los albores del Siglo XIV, se hizo rodear por una cohorte de artistas foráneos y autóctonos de todo tipo. La ciudad se engalanó con impresionantes palacios, templos religiosos, plazas adornadas con fuentes esculturales, grandes parques y obras de ingeniería a la altura de las circunstancias. Los grandes señores, a la par que engalanaban sus casas con pinturas y suntuosas piezas de mobiliario, se hacían diseñar trajes y joyas acorde con tan fastuoso decorado.

 

De esa tradición centenaria procede parte de la artesanía aún hoy presente en la Ciudad de Arno. Los creadores de calzado o elementos en cuero aún conviven con joyeros que siguen aplicando las técnicas ancestrales a sus creaciones. Esto no es producción en serie. Es Arte con mayúsculas. Hacen diseños personalizados para grandes piezas, pero también para otras más modestas al alcance de bolsillos menos desahogados.

 

Uno de estos joyeros tradicionales es Alessandro Dori que sitúa su taller y su tienda en la calle San Nicolás junto a otros colegas de profesión. Merece la pena siquiera sea mirar su escaparate de paso a tus apartamentos en Florencia con impresionantes diseños que recuerdan el modernismo. Si, además, eres un afortunado que puedes comprar, es aquí donde tienes que realizar tu adquisición.