Hasta el 15 de abril se presentará en la CaixaForum de Barcelona la interesante exposición sobre la arquitectura y el arte de vanguardia en la Unión Soviética durante las décadas de 1915 a 1935. La muestra está organizada en torno a 250 fotografías, dibujos y maquetas pertenecientes al Museo Estatal de Arquitectura Schusev de Moscú y de la Colección Costakis del Museo Estatal de Arte Contemporáneo de Tesalónica.
Esta interesante exposición se adentra en la época de mayor desarrollo arquitectónico y urbanístico de la ex Unión Soviética, cuya grandiosidad expresa una de las épocas más excepcionales de la historia de la humanidad. Si bien está marcada por el inicio del periodo estalinista y el inicio de las grandes purgas contra opositores, también es el período de crecimiento económico y contradictoriamente, con el sueño de la revolución proletaria que aspiraba a romper las cadenas de la opresión y la pobreza en el mundo.
Durante ese período de gran crecimiento, las ciudades soviéticas se rediseñan en función del proyecto político de transformar a una sociedad agraria en industrial. Se crean los grandes edificios del poder central, las grandes avenidas y se construye en metro de Moscú. La arquitectura, fuertemente influenciada por el constructivismo y el racionalismo, cuyas líneas rígidas emulaban la fortaleza y rectitud del Realismo Socialista y la monumentalidad que rendía culto a la clase social, será el sello de esta época.
El constructivismo nace en la Unión Soviética con la Revolución de Octubre. A partir de ella, los vanguardistas van a ver en esta nueva sociedad la utopía realizable, donde es posible juntar el arte y la política en función de una sociedad ideal. Es así que Kasimir Malevich, en forma despectiva para describir el trabajo del arquitecto Alexander Rodchenko, crea el constructivismo. Una concepción del arte al servicio de la revolución. Su sentido estético en la arquitectura es la creación de un enorme objeto social, que juntara el imaginario de una sociedad industrial, donde el subjetivismo estaba circunscrito al desarrollo económico, a la máquina, la técnica, con el funcionalismo. La influencia del constructivismo se ve reflejada en todas las vanguardias artísticas, como en el cubismo y en la arquitectura moderna de los años 50 y 60.
Resulta interesante la maqueta del pabellón soviético para la Exposición Universal de la Artes Decorativas de Paris (1923) realizada por Konstantin Malnikov, donde es posible captar en constructivismo en sus formas y ciertos devaneos con la fantasía arquitectónica lejana al funcionalismo.
Durante este período hay interesantes proyectos que nunca logran concretarse por las decisiones políticas centralizadas, la burocratización de la revolución y la censura política. Otros eran francamente descabellados, como el proyecto del Palacio de los Soviets de finales de los años 30, consistía en un rascacielos que iba a servir de centro de reunión a todos los representantes del mundo comunista, una especie de ONU soviética, con una estatua gigantesca de Lenin indicando el futuro con su brazo, en su parte superior.
Para más información: http://obrasocial.lacaixa.es/nuestroscentros/caixaforumbarcelona/construirlarevolucion_es.html
Nancy Guzman
Interesante es disfrutar esta muestra que selecciona obras representativas de este constructivismo en bellas fotografías, entre las que se encuentran las del fotógrafo británico Richard Pare realizadas entre 1992 y 2010. Por eso, si se encuentra en Barcelona no puede dejar de asistir a la CaixaForum. Para la noche y el buen dormir, en apartamentos en Barcelona lo espera lo mejor de esta bella y culta ciudad.