2010, nos gusta o no, es un año que nos exige una re-reexaminación de nuestras vidas- Como, que y cuando consumimos, y ¿Qué podemos hacer para consumir menos y de la forma más responsable? Uno de las figuras más inspiradores del siglo 20 en la lucha por una arquitectura más saludable y estética, tanto por la tierra como para nosotros, fue Friedensreich Hundertwasser, artista-arquitecto-filosofo austriaco.
Ahora, unos diez años después de su muerte, es buen momento retomar sus principios, y ver si hay maneras de incorporar elementos de su filosofía en nuestra vida cotidiana para estar más contentos, y hacerle un favor a la tierra.
El derecho a una ventana nos hace la vida más dulce
Todos hemos apreciado el simple placer de una brisa acariciándonos la piel un día de primavera. Uno de los principios mas importante que estableció Hundertwasser al respeto a la arquitectura fue el derecho de los ciudadanos a una ventana, la cual les brindaría la vida con luz y aire y que podrían decorar, como manera de reafirmar su individualidad en un ambiente urbana. De punto de vista ecológica, las ventanas son muy importantes, así como su uso nos permite bajar el consumo de energía para mantener la temperatura de nuestras casas.
El inquilino más tranquilo nutre a la ciudad, y a la vista
Otra principio muy importante fue la incorporación de los árboles y las plantas a todos niveles de la infraestructura urbana. Como afirmó en uno se sus manifiestos, somos tan sólo huéspedes en la tierra, por lo cual debemos cuidar y embellecerla, plantando árboles y buscando mantener un equilibrio. Con plantar un árbol o tener unas plantas en la ventana no sólo hacemos la ciudad más bonita para nosotros, pero también por los demás.
La generosidad como rebeldía
Es sabiduría común que dar puede tener tanta gracia como recibir. A nivel personal, la generosidad nos facilita las relaciones y fortalece las amistades, y a nivel comunitario, hace que nuestras ciudades tienen menos problemas, y más arte y apoyo por los que más lo necesitan. El dar nos hace la vida mejor.
Hundertwasser diseñó uno sus edificios más famosos, el Hundertwasserhaus de Viena, gratis, diciendo que la inversión de su tiempo valía la pena, “para prevenir la construcción de algo feo en su lugar.”
¿Por qué no llevas sus principios a la práctica para ver si te sientes más feliz? Abre la ventana, planta algo bonito y regálale un viaje a Viena a alguien especial en tu vida, para empezar inspiraros en las ideas y arte de este gran pensador iconoclasta. Podéis alquilar apartamentos en Viena para tener un sitio confortable al que volver después de visitar a Hundertwasserhaus y pasar por el Museum Hundertwasser. Siéntate más en paz contigo mismo y con el mundo, y no sólo la tierra te lo agradecerá.