En el occidentalizado y animado distrito de Beyo?lu, caracterizado por su célebre vida nocturna, sus galerías de arte y su seductora combinación de edificios de estilos neoclásico y art noveau, se encuentra un espléndido edificio de cinco plantas de mediados de la segunda mitad del siglo XIX la mayoría de cuyas salas, de ahí que lleve su nombre, están dedicadas a la obra de Burthan Dogançay, uno de los más importantes artistas turcos del siglo veinte cuya obra gira alrededor de la observación de los muros del amplio centenar de ciudades de todo el mundo a las que ha viajado en su vida. La impresión que estos muros dejan en él en el momento de contemplarlos se materializa después en forma de pinturas, obra gráfica, fotografías, tapices o esculturas.
Hasta el próximo 23 de septiembre Istanbul Modern, el Museo de Arte Moderno de Estambul, también situado en Beyo?lu, le dedica una amplia retrospectiva comisariada por Levent Çal?ko?lu coincidiendo con los primeros 50 años desde que empezara a desarrollar su fascinante trabajo (http://www.istanbulmodern.org/en/exhibition/upcoming-exhibitions/fifty-years-of-urban-walls_824.html)
En efecto, Burhan Do?ançay comenzó su particular y cautivadora exploración de la cultura urbana contemporánea a través de los muros de las ciudades que visitaba a principios de los años sesenta. Su actitud es afín a la de un antropólogo que estudiara con detalle y sin renunciar a la intuición los signos de una cultura remota, sólo que las marcas que él examina y observa con atención son aquellas presentes sobre las superficies verticales de las urbes contemporáneas: desde pósters enteros o en jirones una vez maltratados por el roce y el tiempo hasta consignas políticas, declaraciones de amor espontáneas y líricas, alusiones sexuales subidas de tono, recortes de periódicos pegados a las paredes, graffities o diversos eslóganes. Todos estos son los elementos que él después organiza a través de diferentes técnicas y estilos que reproducen de alguna manera el lenguaje visual presente en los muros reales, incorporando todo lo que en ellos se expresa, ya sea referencias a iconos de la cultura popular o símbolos políticos variados.
Las piezas de esta interesantísima exposición antológica varían enormemente de tamaño en una gama que va de objetos pequeños a enormes instalaciones que se extienden más allá de los muros simulados, pasando por grandes lienzos. La misma diversidad caracteriza tanto los objetivos perseguidos y las preocupaciones concretas a las que responde cada pieza como los materiales empleados. En total las obras expuestas forman un impresionante conjunto comprendido por 14 series bien diferenciadas correspondientes a sendos periodos temporales que provienen de distintos museos y colecciones internacionales.
El catálogo de la muestra, publicado por la editorial alemana Prestel, ofrece una reveladora serie de textos explicativos de las imágenes que presentan una rica multiplicidad de perspectivas sobre la obra del artista al tiempo que documenta fotográficamente su vida y su periplo viajero por el planeta.
Si alquila apartamentos en Estambul no se pierda la ocasión de caminar a lo largo de los imaginarios muros de Do?ançay. Es una estimulante experiencia no exenta de vértigo ante la que resulta difícil permanecer indiferente.