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¡¿Cuál era la maldita contraseña?!

¡Confiesa! A veces no puedes evitar cantar y sonreír por vivir en el siglo XXI. ¿Y por qué? Pues claro, gracias a Internet, que nos ofrece millones de posibilidades para sazonar un poco nuestras vidas. Los llamados social Networks (redes sociales), como Facebook, Twister, etc. inundan cada vez más el paisaje cibernético. Ya sea para chequear el correo o para actualizar el perfil del Facebook (para que todo el mundo sepa qué estás haciendo las 24horas del día) o bajarte el último disco de tu grupo preferido… cierto es que se trata una de las invenciones más importantes de la humanidad. Pero Internet no solamente trae diversión y entretenimiento, sino también muchos dolores de la cabeza. ¿Por qué? Seguro que te ha pasado ya más que una vez: “¡¿Ayssss… ¿cuál era la maldita contraseña?!”

Contraseña

La vida de hoy es cada vez más estresante. Ya sea en las administraciones, los supermercados o cualquier otro sitio, casi siempre tenemos que decir nuestro número de teléfono, pasaporte o el número de la cuenta bancaria. A los que les cuesta memorizar números y ya tienen problemas para acordarse de su propia fecha de nacimiento, lo tienen muy difícil. Pero esto no quiere decir que, por razones de falta de una cierta capacidad intelectual, se puede dejar de lado la creatividad a la hora de inventarse una contraseña. Cada día nos enteramos de nuevos virus zumbando por Internet u oímos hablar de los malvados hackers que nos quieren hacer una jugarreta, y que pueden resultar muy caros. Precisamente por eso deberíamos esforzarnos más a la hora de encontrar una contraseña segura para nuestras diferentes cuentas en la red.

Pero no, la naturaleza del ser humano es demasiado sencilla. Y por eso no es de extrañar que “123456“o “abc123” pertenezcan a las contraseñas favoritas y más usadas en todo el mundo. Parece que no eres la única persona con esta magnífica idea, ¿eh? Más de tres millones de usuarios utilizan estas mencionadas combinaciones “tan complicadas”. Otras contraseñas populares son por ejemplo “007“, “password“, “cariño“, “iloveyou“, o también la versión menos romántica, “f**ckyou“. También los nombres de las mascotas, de la pareja, el primer nombre de la madre o el equipo favorito de fútbol ocupan los primeros puestos en la lista de las contraseñas más utilizadas.

Entonces, ¿cómo se debería elegir una contraseña, que no pueda ser averiguada por los hackers, pero que tampoco nos cause, por su alto nivel de complejidad, insoportables dolores de la cabeza? Aquí unos consejos. Lo más importante es elegir una combinación de cifras y letras. Excepcionalmente en este caso el tamaño, es decir la longitud de la contraseña, desempeña cierta importancia, con lo cual uno debería utilizar entre 8 y 12 caracteres. Para poder acordarse de su contraseña, hay ciertas reglas mnemotécnicas. ¿Qué tal si utilizas por ejemplo las letras iniciales de una frase típica de tu vida? De esta manera, “cada mañana me levanto a las 9, y luego tomo un café” se convertirá en la contraseña más segura “cmmlal9,yltuc”. Pero bueno, también deberías acordarte bien de ésta frase, porque si no….

Dejando las contraseñas tan complicadas, si buscas un poco de relax y quieres desconectar de esta ola cibernética, ¡viaja a una de las capitales más encantadoras de Europa! Alquila de una manera sencilla los económicos y confortables apartamentos en Budapest y disfruta de una estancia fantástica en la ciudad balnearia por excelencia.