Dicen que «la primavera, la sangre altera». ¿Os imagináis rodeados de cerezos en flor?, ¿os apetece dar un paseo por un bosque repleto de bambú?, ¿quizá os van más los tulipanes? Tanto si vas a viajar con niños, como si planeas una escapada de fin de semana o un viaje de última hora, no puedes perderte estos paisajes de primavera que harán que tus vacaciones sean de lo más floreado. Ahí van algunas recomendaciones viajeras en primavera.
Valle del Jerte, Extremadura (España)
Si hablamos de destinos primaverales, no puede faltar en este post el Valle del Jerte, en Extremadura… Más de un millón de cerezos cubren el valle formando un impresionante manto blanco, un auténtico espectáculo visual al que pocos se pueden resistir y que ha sido declarado de interés turístico regional. Eso sí, no vale con viajar al Jerte en cualquier momento. Los cerezos llegan a su máximo esplendor entre finales de marzo y principios de abril, y sólo en esas fechas es posible disfrutar de toda su belleza. La naturaleza, la cultura y la gastronomía atraen durante varias semanas a visitantes llegados de todo el mundo. Una vez allí, os recomiendo un paso por los pueblos de la sierra del Jerte y, cómo no, Piornal (el más alto de Extremadura). Desde ese punto, las vistas son inmejorables. Pero también desde el Puerto de Tornavacas o atravesando la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos. En cuanto a las recomendaciones culinarias, os aconsejo probar los productos típicos de la zona: sus mermeladas, vinos y licores hechos a base de cerezas.
El Bosque de Bambú de Arashiyama (Japón):
Es una maravilla de la naturaleza. Seguro que sin añadir mucho más, ya sabéis a qué bosque me estoy refiriendo. Cuando lo veáis, entenderéis por qué es uno de los principales atractivos turísticos de Japón y por qué es mágico. Allí el protagonista es, sin duda, el bambú (una planta que se ha convertido en uno de los símbolos nacionales). El Bosque de Bambú de Arashiyama es un lugar que os inspirará al escuchar el leve balanceo de los troncos de bambú. Unos troncos que no siempre son iguales: hay hasta 50 tipos diferentes de bambú y algunos llegan a superar los 20 metros de altura. Mi consejo es que visitéis el bosque al amanecer o al atardecer para admirar los colores que proyecta la luz sobre las plantas. Según se van moviendo las manecillas del reloj, la estampa cambia. Es pura magia. Una vez allí, no querréis marcharos.
Los campos de tulipanes de Holanda:
En primavera, el país se transforma en un impresionante mosaico de colores. La temporada del tulipán en Holanda arranca a mediados de marzo y bien entrado el mes de mayo. Es la mejor época para los bulbos y el mejor clima. Los campos más importantes de tulipanes los encontraréis en Noordoostpolder, concretamente en la provincia de Flevolanda. Taimen en la región de Kop, o si no en Bollenstreek. Aquí precisamente está el famoso parque Keukenhof, que en primavera ofrece más de 700.000 bulbos para el deleite de los visitantes. Para atravesar la “campiña holandesa” existen rutas a pie, en bici o en tren. Un placer para la vista y el olfato.
Twitter: @DianaRPretel