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La exposición de las obras de Tiziano Vecellio, abierta al público hasta el 16 de junio, concluye el recorrido que las Scuderie del Quirinale han empezado hace tiempo analizando la producción artística de la pintura veneciana y el rol que ésta ha tenido en la renovación de la cultura italiana y europea. Antes de Tiziano, en las Scuderie se podían admirar las obras de los pintores de la revolución pictórica moderna, tales como Antonello da Messina, Giovanni Bellini, Tintoretto y Lorenzo Lotto. Ahora es el turno de Tiziano, cuyas obras son testigos de lo crucial que fue su figura para el mundo de la pintura.
La exposición presenta los momentos más importantes del ascenso imparable de este artista italiano: desde los inicios bajo la guía de Giovanni Bellini y Giorgione, hasta su afirmación como artista de fama internacional. Tiziano creó muchas de sus obras bajo pedido, pero no para cualquiera, sino para la figuras más relevantes de ese periodo, incluyendo Carlos V durante su coronación en 1530, y su hijo Felipe II, futuro rey de España. La exposición presta mucha atención en contar no sólo su característica fundamental como pintor religioso, sino también la difícil actividad de retratista de la nobleza de aquel entonces.
Las Scuderie del Quirinale acompañan el recorrido expositivo con los estudios científicos que han analizado la producción de este artista. Estos estudios, llevados a cabo por el Centro Ateneo de las Artes Visivas de la Universidad de Bergamo, han conseguido definir las relaciones entre las obras propias di Tiziano, aquellas desarrolladas al principio de su carrera en los pequeños talleres y la evolución de su técnica de aquellos inicios.
Tenéis todo abril, mayo y parte de junio para visitar la exposición. Por lo tanto, si estáis en Roma no perdáis esta ocasión, al fin y al cabo es parte de nuestra historia y de nuestra cultura, además de ser un instrumento para entender todas las corrientes artísticas que vinieron posteriormente.
