Hasta el 24 de diciembre la galería Frank Elbaz de París exhibe la maravillosa obra del artista norteamericano Wallace Berman, uno de los más destacados exponentes del arte Beat de la década de los 60 en los Estados Unidos.
La galería Frank Elbaz, ubicada en la 7, rue Saint Claude, se especializa en el arte contemporáneo y en su apuesta por Berman revive la obra gráfica de uno de los artistas más iconoclastas de su generación.
Berman fue una figura legendaria del movimiento beat. Su existencia casi ermitaña, viviendo en una choza y organizando exposiciones caseras, lo convirtió en un artista de culto para su generación. Místico y carismático, se dice que fue el más influyente artistas de su época en Los Ángeles, cuna del movimiento beat.
Berman le dio a la plástica nuevos conceptos estéticos, experimentando con nuevos materiales y tecnologías. Nació en Sataten Island, Nueva York. Estudio arte la escuela de Arte Chouinard, pero no terminó sus estudios y comenzó a trabajar en restauración de muebles antiguos.
La generación Beat nace en la post guerra, a comienzos de los 50, cuando la evaluación de los efectos de una guerra nuclear cambiaba la mirada de la juventud sobre la trascendencia humana y lo permanente se hacía efímero, ante un fin dantesco. A partir de esta mirada surge una nueva forma de vivir y se comienza a criticar el mal llamado “sueño americano”. Son los hipster, quienes van a iniciar una resistencia ante el poder que le concede la bomba atómica a Estados Unidos y su política imperialista en el mundo y los Beat quienes resistirán el sistema desde las artes, la bohemia, viajando y con una mirada existencialista muy influenciada por Jean Paul Sastre. Este movimiento generó escritores inigualables, como Jack Kerouac, Allen Ginsberg y Williams Borroughs. El término beat es acuñado en 1952 por el New York Time en un reportaje sobre la generación irreverente de intelectuales y artistas titulado “This is de beat Generation”
Esa mirada existencialista lleva a Berman a experimentar nuevas formas de expresar su inconformidad. Interna las letras en la plástica con nuevas simbologías e influencias de la publicidad, y su resultado es el collage.
Usa lo que la sociedad industrial le ofrece para imponer su nuevo lenguaje plástico: la fotocopiadora Verifax. Esa fue su principal herramienta artística hasta su muerte accidental en 1976, a pesar que también están sus grabados sobre guijarros.
De allí nacen los collages Verifax, donde amplió la imagen de una mano que sostiene una radio de transistores, tomada de un anuncio de un pequeño transistor Sony de 1963, que encontró por casualidad en la publicidad de una revista, usando un proceso similar a la fotografía. El collage en tonos sepia y sus imágenes difuminadas que se repiten, al estilo Warhol, transmiten una sensación de nostalgia, donde las imágenes como en la memoria son el arma de la subjetividad contra la cultura de mass media, repitiendose al infinito.
http://www.galeriefrankelbaz.com/wp/artists/wallace-berman/wallace-berman-show-2010/
Nancy Guzman
Esta obra que trasunta la mirada de una generación podrá verla en diciembre si va a Paris. Además, podrá comprar el catálogo que ofrece la galería para regalar en Navidad a quien más aprecie y caminar mirando las luces de la ciudad, para retirarse a descansar en apartamentos en Paris