Aunque la mecanización ha acabado con múltiples oficios, imponiendo una semejanza rampante en los productos resultantes, aún queda un reducto de artesanos de todo tipo que se resisten a abandonar sus antiguos oficios. Uno de esos artistas (porque en ese concepto hay que clasificarlos) es el italiano, romano más bien, Fausto María Franchi: un orfebre curtido en la vieja escuela que aplica las técnicas ancestrales para realizar unas esculturales joyas de oro y plata. Franchi, con un currículum tan extenso que da vértigo, ha estado realizando estas delicadas piezas de orfebrería interrumpidamente desde finales de los años cincuenta. Aunque ha viajado por diversas ciudades europeas para empaparse de las técnicas y procedimientos que se dan en otros lugares, puede decirse que pertenece a esa tradición de artesanos italianos que sobrevive a la industrialización que impone los objetos en serie. Cabe destacar sus joyas en plata adornadas con esmaltes.
La Ciudad Eterna da mucho de sí y la mejor idea es dejar el equipaje en cualquiera de los apartamentos en Roma que hayas podido alquilar y acto seguido salir a descubrir esta impresionante urbe. Si hay que celebrar una ocasión especial, se puede hacer con alguna joya de Franchi. Los precios están adaptados a todos los bolsillos.