Hay baños dulces y baños salados. En este caso, hacemos un “mix”. Vamos a adentrarnos en los mares y lagos más salados del Planeta – esos que escuecen sólo con meter un pie – pero que cuentan con enormes propiedades minerales y terapéuticas. Empezamos la travesía en el Mar Muerto, surcaremos después por el Mar Rojo, y de ahí viajaremos al Lago Don Juan.
El Mar Muerto (Dead Sea)
Por su salinidad y muchísimas propiedades minerales, el Mar Muerto se lleva la palma en todos los rankings. Contiene entre 350 y 370 gramos de sal por litro de agua, 10 veces más de lo normal. Y se considera el más salado de los salados. Lo más curioso del Mar Muerto -que hace frontera con Jordania, Cisjordania e Israel- es que flotas. Sí, lo confirmo. Flotas mucho. La densidad del agua favorece la flotabilidad y puedes leer un libro o tomarte un refresco tranquilamente, sin necesidad de nadar ni hacer pie. Tal es el exceso de sal que en la zona sur del Mar Muerto se han creado unas enormes llanuras más propias de un paisaje lunar. Y aquí hago un inciso: precisamente allí, cuenta la Biblia, que la esposa de Lot miró hacía atrás cuando huía junto a su familia de las ciudades de Sodoma y Gomorra. Y en ese momento se convirtió en estatua de sal. Atención con los ojos y las heridas. Se recomienda bañarse como máximo media hora seguida.
Pero hay más, y esto es lo que más me impactó al estar allí: el Mar Muerto se encuentra a 420 metros por debajo del nivel del mar. Es el punto más bajo de la Tierra y las temperaturas pueden llegar en verano a los 50 grados.
El Mar Rojo (Red Sea)
Los mares más salados son aquellos que no tienen salida al océano y no reciben apenas agua dulce. Y un buen ejemplo es el Mar Rojo (de nuevo un mar bíblico). Es considerado el océano más salado de los océanos y, sobre todo, en la zona del golfo Pérsico con una salinidad del 40%. La causa: la evaporación del agua por las altas temperaturas y la escasez de ríos que desemboquen por allí. Se cree que su nombre viene de las montañas que hay por allí, muy ricas por lo visto en minerales rojos. Aunque hay quien dice que el nombre viene del color de sus corales. En este caso, al ser muchísimo menos salado que el Mar Muerto, el fondo marino está lleno de vida. Por cierto, para amantes del buceo éste es uno de los lugares de peregrinación obligada. A poquísimos metros de profundidad, encontrarán peces de todos colores, tortugas y una impresionante barrera de coral que tiñe el agua recorriéndolo de norte a sur. Eso sí, cuanto más sal (los buceadores los sabéis) más plomos se necesitan para bucear. Si algo ha quedado claro es que la sal aumenta la flotabilidad.
Lago Don Juan (D. Juan Lake)
Un lugar único y excepcional en el Planeta. Aunque ni mucho menos se recomienda el baño, teniendo en cuenta que su profundidad no supera los 15 centímetros. Este lago sería en realidad el más salado, por encima incluso del Mar Muerto, aunque bañarse, insisto, no es una buena idea. Y ahora vais a entender por qué. Se localiza en la Antártida y tiene 18 veces más sal que cualquier mar y el doble que el Muerto: 500 gramos de sal por cada litro. Y se produce un fenómeno un tanto curioso: el Lago Don Juan nunca se congela. ¿Os imagináis lo que tiene que escocer eso?. Y si aún así se os ocurre vivir la experiencia de meter los pies, hay que decir que la temperatura media del lugar es de 50 grados bajo cero.
@DianaRPretel