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Mirablau

Mirablau es uno de los restaurantes más exclusivos y con la mejor vista de Barcelona.

Farga Gran Vía

Si eres amante de los platos dulces la Farga Gran Vía es uno de los mejores restaurantes que puedes visitar en Barcelona donde podrás disfrutar de comidas.

La Font de Prades

La Font de Prades fue fundado en 1969 y se destaca por preparar los platos más autóctonos de la región con un recetario catalán muy extenso.

El Clandestino en Barcelona

El Clandestino es un restaurante escondido en las calles de Sarrià que posee comidas a través de las cuales vas a poder conocer la cultura catalana.

La Ferrería Barcelona

La Ferrería es una opción ideal para degustar la comida catalana. Más de 20 años de trayectoria avalan la calidad de sus platos y servicio.

Picus

Picus es un restaurante con un diseño soberbio creado con la idea de presentar las comidas del mediterráneo pero con un giro innovador y de renovación.

Tell It

El moderno restaurante “Tell It” ubicado en frente de la Pedrera de Barcelona es un lugar de encuentro de los turistas y locales. Muy moderno.

Arigó

Arigó es un restaurante de la ciudad de Barcelona que es famoso por la calidad de sus platos y su variedad.

Tribeca en Barcelona

Este restaurante situado en el Eixample Esquerre de Barcelona ofrece una gran variedad de platos al más puro estilo mediterráneo…

Ferran Adria y la cocina como arte: nuevas fronteras

Las interacciones entre el arte contemporáneo y otras disciplinas, es evidente, se han hecho cada vez mas frecuentes. Los límites se desdibujan, y ya no es posible trazar una línea que separe dos distintas disciplinas, entre el arte como “bellas artes” o como “artes decorativas”, entre diseño y arte, entre cocina y arte. ¿Cocina? ¿Es posible proponer la cocina como arte? La respuesta es si, evidentemente, si se considera una cierta tendencia en el arte contemporáneo que se ha volcado en una “estética relacional”, tal como la definió el crítico y curador francés Nicolas Bourriaud. Se trata de prácticas artísticas que involucran fuertemente al espectador (creando relaciones específicas con la obra, que deja de existir en cuanto tal sin la participación de un público) y que recientemente se han volcado al mundo de la cocina, es decir, una situación de agregación social y unión por excelencia. El primero en abrir esta tendencia fue el tailandés Rikrit Tiravanija, llevando su wok directamente a las galerías y cocinando para los visitantes. La obra de Tiravanija no ha sido puesta en discusión en cuanto arte, ya que desde su comienzo tuvo la intención de ser considerada una acción artística, y es sabido que la “intentio” del autor – como la llamaban los latinos – es hoy una de las pocas posibilidades que tenemos para discernir lo que es arte y lo que no (aunque en ciertos casos parece que también esta distinción haya dejado de ser relevante). La duda que se pone frente al trabajo de Ferran Adrià es algo diferente. Cuando, en el 2007, fue invitado a la importante feria internacional...