The Only Team
El JazzFest de Berlín es uno de los festivales de jazz de más renombre del mundo. Se celebra a inicios de noviembre.
Mónica Boixeda
Son muchos y persuasivos los reclamos capaces de guiar nuestros pasos hacia el espléndido edificio neoclásico de aspecto corintio que sirve de sede a la Alte Nationalgalerie de Berlín (http://www.smb.museum/smb/sammlungen/details.php?lang=en&objID=17&n=1&r=2). Entre otros, su propia fachada de arenisca roja, levantada entre 1866 y 1876 según el diseño, inspirado por Schinkel, de los arquitectos Fiedrich August Stüler y Johann Heinrich Strack, que tuvo que ser reconstruida, como el resto del edificio, tras los destrozos causados por las bombas aliadas durante la Segunda Guerra Mundial, la presencia destacada en sus salas de Molino de Couleuvre en Pontoise, primera obra de Cezanne que fue expuesta en un museo, algunos espléndidos lienzos de Manet y Degas, su estupenda colección de esculturas y, tal vez muy especialmente, su selección de pintura romántica, donde brillan con luz propia, diríase que oscura y dorada, tumultuosa y calma, los diecisiete cuadros de Caspar David Friedrich (1744-1840), uno de los indiscutibles pintores de culto de los últimos doscientos años, que allí se hallan expuestos. Refiriéndose a la pintura romántica, David D´Angers acuñó el término La tragedia del paisaje. Probablemente Friedrich sea de todos los pintores de su época aquel que mejor ilustra toda la extensión y profundidad de este concepto. Para entender esta tragedia hemos de recordar que el artista romántico se ve perennemente atormentado por la conciencia de la escisión, que caracterizará como pocas otras cosas la modernidad. Una conciencia a la que su concepción del paisaje no será en absoluto ajena, expresando con desgarro e imposible sentimiento melancólico una nostalgia fuera de toda medida por esa plenitud que, ya perdida irremisiblemente, se sentía había sido alguna vez...
The Only Team
A partir de la segunda quincena de octubre, se celebra este festival de teatro y danza clásico con artistas llegados de todos los rincones del mundo.
The Only Team
Durante la segunda quincena de octubre Berlín brilla con este espectacular festival de las luces.
Mónica Boixeda
La masacre perpetrada en Oslo el pasado julio por Anders Behring Breivik ha venido a evidenciar un fenómeno crecientemente preocupante en Europa. Se trata del ascenso sostenido de la ultraderecha antisistema, o al menos de su discurso xenófobo y ultranacionalista. No sólo en Noruega, donde el Partido del Progreso (en cuyas filas militó el propio Breivik durante años) obtuvo recientemente un 23% de los votos, sino en diferentes países de la civilizada Europa asistimos a una escalada del número de apoyos recibidos en las urnas por organizaciones que, aprovechando la consecuencias de la crisis y la manera en que tanto los partidos conservadores como los socialdemócratas se muestran absolutamente incapaces de separarse un milímetro de las soluciones impuestas por los mismos mercados, banqueros y agencias de calificación responsables en primer lugar de la catástrofe económica, defienden un retorno a unas supuestas esencias nacionales excluyentes y proclaman de una manera cada vez más vehemente la necesidad de cazas de brujas y chivos expiatorios. Tal vez lo más preocupante no sea la manera en que posiciones que hasta hace relativamente poco el sentido común habría descartado mayoritariamente por neofascistas obtienen el respaldo de ciertos votantes desencantados, sino la progresiva infiltración de su ideario y discurso en los partidos conservadores europeos, que ocupan en la actualidad el poder en la mayor parte del continente. Los presidentes de Francia, Reino Unido y Alemania expresan públicamente su desdén por el multiculturalismo y detrás de ello no se encuentra una revisión antropológica o sociológica del término sino una justificación para el recorte de derechos de emigrantes y la persecución, ilegalización y expulsión de grandes contingentes...
Mónica Boixeda
Un gran acontecimiento para disfrutar Berlín de manera diferente es la exposición que presenta la Nueva Galería Nacional sobre la colección de obras de arte, Modern Times. La Colección (1900-1945) que estará abierta hasta el 3 octubre. La muestra está organizada en torno a obras del período modernista y dará paso a una exposición que cubrirá el período posterior a la Segunda Guerra Mundial. La exposición rescata la historia convulsiva que ha vivido la Galería Nacional de Berlín a través de estas obras. Desde 1900 al fin de la Segunda Guerra Mundial, tanto Berlín como la Galería viven los avatares de una época política de enormes cambios: dos guerras mundiales, políticas represivas y convulsiones sociales. Sólo basta recordar que en 1937 el régimen nazi impuso normas represivas al arte, calificando al expresionismo de “arte degenerado” prohibiendo la exhibición de las obras de pintores de esta corriente, persiguiendo y asesinando a los artistas que desafiaban esta norma. Durante ese período la Galería Nacional de Berlín perdió innumerables obras de arte de valor incalculable, como la obra del pintor expresionista alemán Franz Marc’s, Torre de los caballos azules. La división de Alemania significó una ruptura en las corrientes de arte que hasta 1945 habían constituido la vanguardia de arte más brillante de Europa. Muchos artistas van a emigrar de Alemania a los Estados Unidos durante la Guerra y otros van a trasladarse por compromiso político a Alemania del este al final de la guerra. Así, mientras en Alemania oriental los artistas asumen un rol de trabajadores del arte apegado a la ideología socialista que la dicta la Unión Soviética, en la...
Mónica Boixeda
De todos los formatos que ha tenido el arte durante todos los tiempos, quizás sea el de la pintura el que más importancia ha tenido por siglos, quizás el que más ha definido a muchos artistas y del que seguramente, más han cobrado durante toda la historia. Y es que la pintura estuvo relacionada fervorosamente a imperios y religiones, siendo por ejemplo centros de instrucción religiosa o monasterios, los primeros lugares donde se desarrollaran estas artes. Con el Renacimiento el artista adquiero otro potencial, ya más de empresario, y las condiciones de “maestro” y “aprendiz” aparecieron por todas partes, siendo así que en algunos casos, muchas pinturas son etiquetadas o se les da propiedad de ciertos pintores que finalmente, encargaban a sus discípulos desarrollar aquellos trabajos. Así, el pintor se convirtió en engreído de familias millonarias y cortes, imperios, gobiernos, siempre al tanto de jugosos pagos. De seguro hubieron pintores arriesgados entonces, y saltar hasta el siglo XX vimos que el arte se volvió el “producto farmacéutico para imbéciles” del que hablaba Tristan Tzara y bueno, el arte moderno ya es otra historia, que nos llega todavía hasta estos días, cuando “aparentemente”, la pintura ha sido puesta de lado quizás por otros medios, ya sea el video, la instalación, la arquitectura o las artes gráficas. A pesar de eso, muchos artistas continúan explorando las posibilidades de la pintura y los riesgos que tiene su ejercicio. Es así relevante y un punto de referencia inexacto para continuar en la exploración de lo más actual del arte global. Este año la edición de ABC: Art Berlin Contemporary, viene a probar todo...
Mónica Boixeda
Cuando pensamos en Arthur Schopenhauer (1788-1860) lo primero que hacemos casi indefectiblemente es referirnos a su incomparable estilo. Una manera deliciosamente seductora de escribir y presentarnos sus ideas, tan interesadas en poner en contacto la filosofía occidental con algunas facetas importantes de la antigua sabiduría y pensamiento orientales, que ha subyugado desde su aparición a buena parte de los autores más selectos e importantes de los últimos dos siglos, incapaces de resistir el influjo de sus cantos de sirena. De Nietzsche—quién abandonó la filología por la filosofía bajo su hipnótica ascendencia—a Borges, pasando por Marcel Proust, los más destacados y delicados orfebres de la creación literaria del panteón masculino lo han tenido como un faro capaz de hacer las horas más leves y gozosas vertiendo cascadas de luz no usada en la larga y tenebrosa noche de la vida. No es extraño, dada su extremadamente ofensiva misoginia—que habría tal vez que entender bajo el prisma de su concepción del arte de insultar como último recurso cuando se advierte que el adversario es superior y no es posible llevar razón ni vencer con argumentos–que las mujeres hayan por lo general mantenido su entusiasmo por él en un plano más secreto y crítico. Sin embargo, el propio Schopenhauer se encargó de recordarnos en más de una ocasión que tener algo que decir era no sólo la primera regla del buen estilo sino acaso la única necesaria, pese a que todos los ensayistas de Alemania, particularmente los filósofos, se distinguieran por transgredirla desde los tiempos de Fichte, cultivando lo que ingeniosamente llamaba el método homeopático: “una mínima y debilitada porción de pensamiento...
Mónica Boixeda
Cuando ves una película de vaqueros todo el mundo toma whisky. Si piensas en Lemmy de Motorhead, jamás ha dejado de tomar whisky. Fiestas, derrotas, celebraciones, caídas, el whisky ha sabido alimentar el fuego de tantas borracheras que es parte de la vida diaria. Olvida la cerveza. La historia del whisky es larga y profunda, es posible que se haya empezado a destilar en Mesopotamia, allá por el siglo 2 antes de Cristo, por los babilonios, con perfumes y aromas destilados. Así, el proceso de destilación fue llevado de Africa a Europa por los moros y su uso se fue esparciendo entre los monasterios, por sobre todo con propósitos medicinales, en el tratamiento de la parálisis, los cólicos y la viruela. Como era de esperarse, desde el 1100 hasta el 1300, el proceso de destilación se esparció por Inglaterra y Escocia, con destilerías de monasterios existentes en Irlanda desde el siglo XII. Como era de suponerse, como ambas islas tienen pocos viñedos para la producción de vino, la cerveza de cebada fue usada en vez, resultando así en la aparición del whisky. Lo cierto es que hoy por hoy, el whisky es una de las bebidas alcohólicas más bebidas en todos los continentes. Imagina una fiesta donde no haya un shot de whisky disponible, sería completamente aburrido. Existen tantas versiones de whisky como de cervezas. Se dice que las primeras versiones del whisky eran tan fuertes que hasta eran peligrosas, y no sería sino hasta que alguien descuidado, por casualidad, abriría un barril abandonado por muchos años. El Whisky Autumn Festival de Berlín es una oportunidad más para pasarlo...
Mónica Boixeda
La moda sigue su curso. Para no agotarse tienen que inventar nuevas formas, nuevas caras, nuevos conceptos. De un tiempo a esta parte, hemos sido envueltos por las imágenes que la realidad, sin imagen, sin figura digital, sin propaganda o comercial, deja de componerse. Veámoslo claro: el marasmo de signos que nos dan sentido, que hacen que la mayoría de formas en el mundo tengan significado, así como ser parte de un consenso es el resultado de un frotamiento vertical de estímulos visuales. No es que tú decidas sencillamente usar negro en la fiesta de tu novio para verte más delgada. Para llegar a ese cambio de decisión, entre la falda rosada con puntos azules al vestido ajustado negro, has tenido que repasar todas las connotaciones de cada uno de esos vestidos, desde el diseño, el escote, la manera que cae sobre tus piernas a la calidad de la tela. Has tenido que revisar que utilizarás además del vestido, que accesorios, como completar la indumentaria que estará a la par de tu actitud y deseos para la noche elegida. De esta manera, la moda hoy más que nunca construye realidad, nos envuelve y no nos deja salir. El pecado de la moda es que simplemente no es para todos. El cuerpo que la moda instaura, que endiosa, que aporta para modificar lo que creemos finalmente que es bello sobre un cuerpo masculino o femenino, poco tiene que ver con lo que está en la calle, con el cuerpo que encuentras en la playa. Así, la moda se vuelve un espectro de deseo, el anhelo de lo imposible y al...