El Puente de Carlos de la ciudad de Praga es un atractivo turístico por sí mismo. El puente es hermosísimo pero además tiene toda una historia a cuestas que al turista le encanta escuchar mientras pasea por él.
Este puente es el más antiguo de toda la ciudad de Praga y el segundo más viejo de de la República Checa. Se comenzó a construir a mediados del siglo XIV bajo el mandato del Rey Carlos IV. Fue terminado recién en el siglo XV y desde ese entonces constituyó la única forma de cruzar el río por lo que rápidamente se volvió muy transitado al ser una excelente vía de comunicación entre la Ciudad Vieja, el Castillo de Praga y en general entre toda la Europa Oriental y Occidental.
El comercio se expandio mucho gracias a este puente que fue el único hasta 1841. El Puente Carlos es realmente una obra de arte y los turistas adoran caminar por él. Tiene 516 metros de largo y casi 10 metros de ancho. 16 son sus arcos y está resguardado por tres hermosas torres, dos en un extremo, en Malá Strana y la otra en Ciudad Vieja. Esta última es una de las construcciones góticas más hermosas de toda la historia mundial de la arquitectura.
Si alquilaste apartamentos en Praga y te encuentras en la ciudad, no dejes de caminar por este puente que de día parece que tiene vida propia.