La CaixaForum de Barcelona exhibe hasta el 20 de octubre Retratos de la Belle Epoque. La muestra da a conocer el período histórico que va desde fines del siglo XIX a 1914 –fecha de la Primera Guerra Mundial- a través del retrato.
Durante este período hay un fuerte cambio en la sociedad europea que va a afectar al arte y las relaciones entre el artista y su público. Es en este momento cuando surgen las primeras vanguardias del arte, al igual que el impresionismo y el post impresionismo y el Art Nouveau.
La exposición explora de manera magistral las transformaciones iconográficas y psicológicas de un período acotado, a través de 78 obras y 42 artistas, entre los que se encuentran Giovani Boldini, Edvard Munch, Egon Shciele, John Singer Sargent, Joaquín Sorolla, Oskar Kokoschka y Henri de Toulouse Lautrec, entre otros
Las obras están organizadas en torno a nueve miradas sobre el retrato de la Belle Epoque, que van desde su inicio hasta la crisis que desemboca en la guerra.
Después de la Guerra Franco Prusiana, Europa vivió un período de paz que duró cerca de cuatro décadas. Durante ese período, que corresponde a la llamada Belle Epoque, hay un importante desarrollo económico, técnico y científico, que va a tener su reflejo en las artes y el pensamiento.
En esos años, Sigmund Freud rompe la academia con la práctica terapéutica del psicoanálisis. Son los años de la Revolución Industrial y el surgimiento del pensamiento marxista, la proliferación de los sindicatos, las grandes migraciones de europeos pobres a los Estados Unidos y del crecimiento urbano.
El proceso de enorme acumulación de la burguesía industrial comienza a sofisticar sus gustos y tiene dinero para pagarlos, por lo que muchos artistas van a poder sobrevivir del retrato o la pintura a pedido del comprador. Este auge va a permitir el desarrollo de nuevas corrientes como el fauvismo, el expresionismo, el postimpresionismo y el modernismo. En 1900 surge el arte decorativo Art Nouveau, que encandiló burguesía y la extendió hasta Norteamérica.
En medio de ese paisaje, los pintores como Toulouse Lautrec se dedicaban a pintar la vida en los burdeles de Montmartre y vivir de hacer carteles que eran solicitados por los dueños de los cabaret, a quienes conocía por ser un cliente permanente. Lautrec pintaba a bailarinas, cantantes y burgueses que gustaban de los placeres ocultos en los barrios bohemios de Paris. Su obra es una de las más representativas de la vida social de la época, puesto que refleja las contradicciones entre clases sociales, al punto que se autodefinió como un cronista social.
En el otro extremo de Lautrec está el vanguardista y cultor del expresionismo, el noruego Edvard Munch, cuya pintura va a influir en el expresionismo alemán. Munch va a pintar sobre las emociones colectivas de una Europa que va a un destino incierto. El amor, el odio, el terror son los temas recurrentes en su pintura.
Para más información
http://obrasocial.lacaixa.es/nuestroscentros/caixaforumbarcelona/labelleepoque_es.html
Nancy Guzman
Una linda exposición y un buen tema para tratar una época de grandes contradicciones, cuyo fin dio origen a una guerra terrible. Así que acepte la invitación que le hace CaixaForum y vengase a los apartamentos en Barcelona para disfrutarla.