Si eres de los que no viaja sin su amuleto de la suerte, de los que evita sentarse en la fila número 13 cuando subimos a un avión o un autobús, o de los que se santigua antes de salir de casa y al llegar, enhorabuena, ¡eres supersticioso! No pasa nada, este tipo de presagios se transmiten de generación en generación y permanecen en el tiempo.
¿De dónde viene el miedo o el respeto al número 13? Sin duda, es la superstición más generalizada, y tener miedo al 13 está diagnosticado como “Triscaidecafobia”. A mí misma me pasa, si lo puedo evitar mejor. Aunque hay veces que tenemos ese miedo y no sabemos de dónde viene ni qué significado tiene. Pues bien, algunos cuentan que el miedo al número 13 viene de la Última Cena de Jesús. Eran 13 y el último que se sentó en la mesa fue Judas, precisamente el que acabó traicionando a Jesús.
Las supersticiones viajeras están tan asumidas en nuestra sociedad que hay aerolíneas han eliminado los asientos (por ejemplo Continental Airlines, KLM o Air France) o muchos hoteles han eliminado las habitaciones que acaben en 13. Aeropuertos como el de Seúl (en Corea del Sur) han optado también por saltarse la puerta número 13 por si alguien se puede sentir mal. De hecho, hay más. Los días 13 de cada mes desde hace años disminuye considerablemente el tráfico aéreo en todo el mundo. Y muchísimo más si estamos hablando de un viernes 13, el día en que Jesucristo murió crucificado. Ya en su momento (y retomo los episodios de la historia) el propio Napoleón Bonaparte o el mismísimo Roosevelt nunca firmaban documentos importantes un viernes 13.
Y dejando a un lado el número 13, aquí van algunos rituales que supuestamente dan buena o mala suerte a la hora de viajar:
- Para tener suerte, en Rusia es muy común pensar que si os sentáis en la maleta antes de partir no habrá ningún problema.
- O en México, por ejemplo, creen que derramar sal antes de un viaje o romper un espejo, da mal fario. Las supersticiones mexicanas son las más temidas, teniendo en cuenta que en ese país las creencias están muy arraigadas. Para atraer a la buena suerte, en México es habitual viajar con una pata de conejo, un trébol de cuatro hojas, herraduras y todo tipo de imágenes religiosas.
- Sin embargo, hay otras supersticiones internacionales para atraer la buena suerte que seguro que os suenan: tocar madera, llevar una estampita de San Cristóbal (el Santo de los viajes), entrar a un avión con el pie derecho, o algunas tan surrealistas como lanzarle un zapato usado a quien se embarque en un largo viaje.
- Y si vais a viajar en un crucero, que sepáis que antes de ponerlo en marcha fue bautizado de una manera muy curiosa. Se estrella una botella de champagne contra el casco del barco: si se rompe quiere decir que todo va a ir bien, pero si no se rompe (como ocurrió en el caso del Costa Concordia) quiere decir que puede haber problemas durante la travesía.
Esto se sigue haciendo en la actualidad, eso sí, sois libres para creer o no creer. Lo importante es que ninguna de estas supersticiones echen a perder vuestro viaje.
Twitter: @DianaRPretel