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A ver. A ver. Cómo empezar a escribir de alguien que, a pesar de todos los esfuerzos posibles, a pesar de todo el Black Metal que escuchaste, a pesar de todas las drogas que usaste, a pesar de todos los países que has visitado, toda la gente que has conocido, todos los libros y manifiestos que has leído ha, des-afortunadamente, moldeado tu educación sentimental desde que tenías uso de razón porque vamos, seamos sinceros, tus viejos escuchaban a Julio a todo volumen y el sonido llegaba a tu cuarto.
Ok, me dirás que no, que tus viejos escuchaban Triana, eran hippies y tenían vinilos de los Ramones, pero a pesar de eso igual, Julio Iglesias llegó a tus oídos, y te hizo sentir dos gramos más romántica: no caminabas, flotabas con Julio.
Antes de continuar, revisemos “Un día tú, un día yo” del clásico disco Emociones (1979). Claro, onda super disco, bailadora, Julio se vuelve Travolta y en este clásico de apenas tres minutos te pone a bailar como una salvaje en plataformas y pantalones acamapanados. “Tú eres así, yo soy igual. Querer así, odiar los dos, para después morir de amor”. I love to hate you Julio. Pero además de ponerte a bailar te hipnotiza, escucha la canción con audífonos; detrás de las nenas gritando y haciendo coros, al final hay un moog haciendo oscilaciones al mismo estilo Tangerine Dream, Klaus Schulze o Kluster. Y es que era la época. Si pudiera hacer una remezcla le subiría a esos efectos. Imaginate, Julio no sólo era sexy, también era vanguardia. Ja!?
Ese disco además tiene clásicos como “Me olvide de vivir”, éxito de miles de radioemisoras en el globo dedicadas a secretarias, amas de casa y señoras pecadoras. Pero ahí es donde vamos ahora: Julio Iglesias apareció alguna vez recuerdo en un talk show del que no daré nombre. Cuando la conductora le pregunto, Julio, ¿con cuántas mujeres has estado?, el simplemente sonrío y dijo algo como, ya no recuerdo… y toda la audiencia, en su 99% mujeres, no puedo más que gritar, rugir, asentir, afirmar que este señor tenía todo el derecho para acostarse con todas.
Es decir, si yo decido perder la cuenta de todos los hombres con los que he destrozado camas porque lo mío es el bondage y lo hago público, ¿no soy acaso una chica sucia y mal educada? Come on Julio, give me a break! Y sobre todo, come on chicas! Un ícono se eclipsa con sus generaciones y desaparece. De su rastro por supuesto quedan grabaciones, recuerdos, y en la repetición o replanteamiento de su legado, costumbres propias a ese tiempo. Es decir, si amas a Elvis, te pondrás gomina en el cabello. Sin embargo Julio, a esta hora del partido, ¿para qué ha vuelto?
Y mira, yo no tengo líos con las naciones, los territorios, por mi que quemen todas las banderas, pero si regresamos al clásico “Quijote” del disco Momentos (1982), ya firmado contrato con la CBS, otro clásico para el disco-baile, si regresamos a su video y lo deconstruímos, hay un tufillo a dictadura que la verdad…. Míralo bien y luego me cuentas…
SISTER RAY
Pero bueno, la inteligencia ha hecho que repudie todo aquello con que mis emociones fueron ordenadas por culpa de mis padres, pero si detengo mi inteligencia, sueño que soñaba tu querer Julio, por eso vale la pena conseguir alojamiento en Barcelona entre el 19 y el 22 de mayo y anda a ver a este viejo, antes que se muera, hazlo por tus padres y luego cuéntales, se pondrán contentos.
