Hasta el 15 de enero de 2012 el Museo Van Gogh de Ámsterdam exhibe East-west: Japan and japonism que incursiona en la influencia que tuvieron los artistas japoneses de los siglos XVIII y XIX en la pintura europea y en el mercado del arte de la época. La muestra estará conformada por 40 trabajos, entre las que hay algunas pertenecientes a Vincent Van Gogh y de otros artistas de la época que fueron influenciados por estas obras de arte.
La llegada de la pintura japonesa a Europa marcó una inflexión en el arte por las encantadoras imágenes que introdujeron en el imaginario de la época, además del uso de ciertos planos propios de pintura y el grabado de esa zona, como el uso de colores y patrones de composiciones que impactaron a muchos artistas en Europa.
Entre las obras que se exhibirán están las realizadas por los artistas japoneses Utagawa Kunisada y Utagawa Hiroshige y los cuadros de los artistas como Henri de Toulouse-Lautrec, Henri Rivière, Félix Buhot y Vincent Van Gogh.
La Escuela Utagawa de pintura se desarrollo en Japón y fue muy popular hasta mediados del siglo XIX. Este corriente esta calificada como la predecesora del género del grabado Ukiyo-e. Su fundador fue Utagawa Toyoharu o Toyokuni III, nació en 1735 y sus primeros conocimientos los había adquirido en la Escuela Kano. Sin embargo, en el transcurso de su obra fue desarrollando su propia técnica y manejo de los colores, creando finalmente su escuela que lo hizo famoso más allá de Japón y su época.
Los primeros trabajos conocidos de Utagawa se enmarcan en el estilo de Suzuki Harunobu, con la aplicación de ciertos rasgos de la técnica Utagawa que le dan un aire grácil y un especial sentido de movimiento. La particularidad de Toyoharu fue la introducción del paisajismo al género ukiyo-e, que significa pintura del mundo que fluye, donde aplica la mirada occidental uki-e.
Utagawa Hiroshige nació en Edo–actualmente Tokio-, Japón en 1797. Se inició como aprendiz en la Escuela Utagawa siendo casi un niño, razón que lo llevó a convertirse en el discípulo más cercano de Utagawa Toyoharu, al punto que a su muerte quedó a cargo de su taller. La influencia de su maestro marcó la primera etapa de su pintura, sin embargo, a mediados de 1800 comenzó a pintar paisajes y naturaleza, siendo la más conocidas 53 Estaciones de Tokiado, que es una serie de pinturas sobre Tokio. La importancia que tiene su obra es porque abre un mercado del arte japonés en Europa, influyendo con su estilo que fue conocido como el japonismo que influenció en forma determinante en el desarrollo del expresionismo y el modernismo.
Utagawa Kunisada fue un discípulo de la Utagawa Toyoharu. Nació en 1786 y su nombre de nacimiento era Sumida Shögorö, el que cambió para hacer honor a su maestro. Se especializó en pintura de retratos de damas cortesanas y pintura de actores. Su obra se distingue por las tonalidades un parejas y con pocos contrastes.
Para más información http://www.vangoghmuseum.nl/vgm/index.jsp?page=246474&lang=en
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