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¿Qué buscan las parejas para escoger su destino de luna de miel? Quizás playas de arena fina, aguas turquesas, paz, tranquilidad, un ambiente romántico… Para aquellos que no puedan permitirse (o simplemente no quieren) unas vacaciones en el Caribe o en la Polinesia, Europa es un continente que también tiene destinos para pasar una semana romántica con tu nuevo esposo o esposa, no solo París y Venecia. El abanico de posibilidades es mucho más variado.
Foto: Pixel Drip
Dubrovnik, la Perla del Adriático
La costa dálmata es uno de los rincones más bellos de Europa. Toda la costa croata es una costa de aguas turquesas y playas rodeadas por núcleos históricos y tranquilos, ideal para aquellos que quieran pasar unos días rodeados de belleza y disfrutando del sol. Dubrovnik es sin duda el destino croata más impresionante, una ciudad amurallada con unas playas bañadas por el Mar Adriático que inducen a la relajación. El centro de la ciudad aún mantiene su encanto de siglos pasados, con calles adoquinadas y palacios renacentistas y barrocos. Además, tiene uno de los restaurantes más impresionantes de Europa, Nautika, un restaurante exclusivo con unas vistas del mar que quitan el hipo, perfectos para pasar una velada romántica como ninguna. Desde Dubrovnik también se puede llegar en ferry a islas como Lopud y Mljet, dos islas de gran belleza natural y con playas de ensueño.
Nápoles, la puerta de la Costa Amalfitana
Italia es un destino popular entre novios aunque quizás la ciudad de Nápoles pasa desapercibida detrás de otros lugares como Venecia y Roma. Lo cierto es que la costa de Amalfi está a un paso de Nápoles, una costa de playas de arena fina y mar azul intenso. Nápoles es el punto de partida perfecto ya que desde allí puedes visitar el encantador pueblo de Sorrento y su puerto o simplemente tomar un barco por la mañana y visitar la isla de Capri, una de las islas más bellas y románticas de toda Europa. Estos lugares son pequeños y la tradición se respira en el aire, además de tener un clima caluroso la gran mayoría del año, también perfectos para hacer paseos románticos por la playa y disfrutar de la excelente gastronomía local.
Marrakech, un mundo por conocer
Para una experiencia diferente, Marruecos es una opción perfecta, sobretodo la ciudad de Marrakech. Marrakech es accesible desde cualquier punto de Europa por avión y es una experiencia que nadie podrá olvidar. El romance se respira en destinos tan exóticos como este, donde todo es completamente diferente a lo que estamos acostumbrados en el mundo occidental. Es difícil enumerar sus mejores cualidades aunque seguramente es el exotismo de sus calles, sus zocos y su gastronomía el que más impresiona. La gente es de una amabilidad extrema y las vistas de noche desde las terrazas de Djemaa el-Fna o desde cualquier casa de la ciudad sobre las calles iluminadas y amarillentas juntamente con los rezos de fondo provenientes de los diferentes minaretes son un recuerdo imborrable. Los paseos por las recónditas calles con el aroma característico de la ciudad harán que tu luna de miel en Marruecos sea todo lo que hubieras querido.
Río de Janeiro, paraíso de playa
Finalmente, otro destino para pasar tu luna de miel es Río de Janeiro, ya que la ciudad carioca lo tiene todo para unas vacaciones románticas: playas paradisíacas como Ipanema y Copacabana, un lugar de gran belleza y barrios emblemáticos y tradicionales donde pasear y disfrutar de la esencia de la ciudad, barrios como Santa Teresa y sus coloridas casas y colinas con restaurantes de auténtica cocina brasileña. Subir al Pan de Azúcar o al Cristo de Corcovado y admirar las vistas por la noche añade un toque de romance a un destino que está subiendo en popularidad cada vez más entre parejas de todo el mundo. Una caipirinha en la playa de Ipanema es sin duda un panorama difícil de superar.
Disfruta de una luna de miel alternativa alquilando apartamentos por días en Dubrovnik o en cualquier otro de los destinos alternativos que te hemos indicado. El romance está por todas partes, solo hace falta buscarlo para después disfrutarlo en toda su totalidad.
