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Con qué nos confronta la muerte de un artista. Porque la muerte es un evento cotidiano, inherente a la naturaleza humana, nuestra cultura, condición material en la tierra. Todos estamos dispuestos a morir, eventualmente, sea que la muerte no nos guste, eso con seguridad, pero es lo inevitable, la razón para haber nacido en primera instancia, como dijo alguna vez un poeta. La muerte de un artista nos sacude aún más sin embargo, más aún si este ha sido de tanta importancia, si su labor ha trascendido en el corazón y mente de muchas personas. Quizás el arte sea justamente esa carrera ardua en contra de la muerte, busca la manera de fijar la vida de cualquier manera, forma posible, un vínculo más para perpetuarnos en la vida, en la Tierra. Suena muy romántico y “cliché” pensarlo, pero de algún modo todos hemos encontrado en el arte un refugio de lo cotidiano, una salida para revolucionarnos a nosotros mismos, para pensar mucho más y de manera distinta. Un verdadero artista convoca todas esas fuerzas en uno y nos lleva más lejos de lo pensamos, nos saca de nuestro sitio, nos sacude. Antoni Tapies fue uno de esos artistas.
Tapies nació en Barcelona en 1923 dentro de una familia de clase media. Tras padecer una enfermedad pulmonar, su interés por la lectura aumentaría aún mucho más, así como el tiempo que pasaría dedicado al dibujo y la pintura. Más adelante, y sin pensarlo, dejaría sus estudios de leyes por el arte y así poder dedicarse a este completamente. Durante los años cuarentas ya estaría exhibiendo su trabajo con mayor frecuencia y recibiendo el reconocimiento de la crítica especializada que hasta la fecha de hoy, continúa más que presente en todos los medios. El relato de su vida ahora se traslada a sus obras y en ellas Tapies está y estuvo siempre más que vivo, oscilando como un puente.
Tapies empieza desde la búsqueda de sentido en la materia, en los residuos, la tierra, el polvo, aquello que forma la superficie por dónde vamos y residimos. Sus pinturas, en que estos elementos son utilizados, sorprenden por las dimensiones de lo que en ellas se anota. Cada trazo en Tapies es un esfuerzo por perpetuar esa materia que se nos va yendo, que es la contextura misma de la existencia que nos rodea. Detrás del vínculo que Tapies llevaba en sus cuadros de palabras, trazos, manchas, telas, prevalece el esfuerzo por crear un vínculo mayor y más profundo con lo material, con el entorno que nos toca y que tocamos porque somos cuerpo, llevar ese vínculo a otras relaciones simbólicas que son, altamente subversivas y poéticas. El trayecto y conocimiento producido desde esta tan importante obra, lo puedes encontrar en la Fundación Tapies del centro de Barcelona. Para más información, entra aquí: http://www.fundaciotapies.org/
Consigue apartamentos en Barcelona y descubre la gran obra del artista Antoni Tapies. Sin duda alguna, uno de los más importantes representantes del arte catalán del siglo XX. Visita la Fundación Tapies para conocer más de este singular artista.
