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Cuando hablamos sobre Viena, quizás pensemos en los fabulosos teatros de ópera que hay, los impresionantes museos, la arquitectura imperial o incluso los castillos barrocos. Pero, ¿sabías que Viena también es la casa de fantásticos graffitis y arte callejero?
El graffiti siempre ha tenido una mala reputación. Es algo que mucha gente ve como una mancha en sus metrópolis, cubriendo las paredes y las calles de la ciudad con lenguaje ininteligible. Muchos aún creen que son solo garabatos o derrames de pintura creados por gente sin talento que, por una razón u otra, se siente obligado a hacer notar su presencia a todo el mundo a través de escribirlo en las paredes.
De la calles a los museos
Aunque muchas veces incomprendido, el graffiti es parte de un importante movimiento creativo independiente. Hay y siempre han habido artistas callejeros que están interesados en crear verdaderas y singulares obras de arte aunque, al final, esta expresión artística ha sido reconocida por lo que realmente es. Cubiertos por la etiqueta de ´street art´ (arte callejero), muchos artistas se han ganado el aprecio por todo el mundo y un lugar en los mejores museos de arte, ahora etiquetados como ´high art´ (gran arte). Uno de los más populares es el artista y activista británico conocido como Banksy, y sus obras satíricas se pueden ver en museos por todo el mundo. El graffiti debería y puede ser considerado como arte y no vandalismo.
Más allá de pintura en spray
El arte callejero de hoy en día va mucho más allá que el tradicional graffiti. Puede englobar plantillas, pegatinas o posters además de contener esculturas, proyecciones de vídeo, instalaciones y guerrilla art. Es una gran manera para que los artistas puedan expresar sus mensajes políticos o sociales a una audiencia más amplia.
Si lo buscas, lo encontrarás cuando pases por las calles de Viena. Y como la ciudad misma, la gran mayoría de arte callejero está muy bien diseñado. Aunque lo puedes encontrar casi en todos lados, notarás que los artistas suelen frecuentar los lugares donde pueden disfrutar de un tiempo ininterrumpido más largo para trabajar en sus obras maestras: puentes, pasos subterráneos, estaciones de tren, persianas de tiendas, calles más escondidas, etc.
También vale la pena visitar: Museumsquartier
Aunque quizás no encuentres arte callejero en los museos de arte de la ciudad, también recomiendo una visita al Kunsthistorisches Museum, que tiene una fabulosa colección de pinturas de Viejos Maestros. Si te interesa el arte, también valen la pena los otros museos en este complejo cultural. En el Museumsquartier encontrarás el Museo de Arte Moderno (MUMOK) y el Leopold Museum, que tiene la colección más grande de obras de Egon Schiele aunque el Castillo de Belvedere también tiene obras de Gustav Klimt y el mismo Schiele. Otros lugares a visitar para los amantes del arte son la Albertina y el KunstHausWien, que fue diseñado por Friedensreich Hundertwasser. Este último también está cerca del Hundertwasserhaus, un peculiar apartamento que no te puedes perder si te interesa el arte callejero y los movimientos artísticos y arquitectónicos singulares.
Así que, recuerda, cuando estés viajando por la ciudad o merodeando por sus preciosas calles, mantén los ojos abiertos. Quizás te encuentras algo, un edificio o una señal, que un artista callejero haya hecho que te sorprenda o te llame la atención.
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