Nada mejor que salir a la calle y escuchar algo de música. El clima es bueno, y nadie quiere estar atrapado en algún lugar sin mucho que pensar o decir, las calles de Barcelona están siempre dispuestas a mucha acción y diversión. Casi cada cuadra del centro de Barcelona tiene al menos un bar disponible, así que con eso tienes opciones de alcohol múltiples. Si lo tuyo no es estar en terrazas o bares y prefieres andar caminando, puedes comprar una cerveza y andar por las calles con algo de cuidado. Y es que recientemente la policía en Barcelona está más insoportable que nunca. Pero tranquilo, que si eres turista o no tienes pinta de ser de algún país “no-europeo”, son pocas las probabilidades de que te molesten. Y sucede así, parece que la invasión de la derecha es inevitable y todos estamos condenados a repetir situaciones, que, al parecer, la historia “no repetiría”. Pero bueno, la historia está hecha para repetirse, reza el verso ese. Con todo, las acampadas, los indignados, y todo el caos que viene alborotando a España, además de la crisis, y a pesar de la crisis, la gente sigue pensando que la música puede sonar bien, que todo es ir de picnic, que los festivales nos van bien y así olvidamos lo que está pasando.
La cultura joven del mundo se sigue agotando. Si, las acampadas son síntoma que se necesita el cambio, que buscamos el cambio, que ya basta de los abusos económicos, ya basta también de la música “buena onda”, la música “vamos de pic-nic”. Es como si en Barcelona se hubieran apoderado del folk para justamente, reducir la potencia que en algún momento tuvo de cuestionar y criticar el sistema, de narrar historias, de impactar. No se trata de jugar a ser “cowboy buen onda”, se trata de impactar, conmover. Quizás, el público recibe a los artistas que se merece, el problema va por ambos lados. Y no se trata en reducirlo todo a Punk o politiquerías, pero seamos claros, Barcelona tendrá miles de turistas que la visitan pero NO ES una ciudad cosmopolita. Aún no. Son procesos que irán sucediendo si es que, finalmente, la ciudad misma se abre, deja atrás algunos complejos y supera lo vencido.
El BAM sin embargo, es un festival de lo más interesante que busca juntar a gente de todos los lugares y crear un ambiente en que la música se comparte, se vive en la calle, y se goza. Sin embargo, no deja de cuadrar en los parámetros del “indie” que, hace ya varios años, Elefant Records se encargara de coronar en España. No entraremos en ejemplos, revisa exhaustivamente la programación del BAM. ¿Será que hay gente que sigue pensando que esto es 1987 o que tienen algo que los acerque al menos una pizca a Daniel Johnston? Parece que el pic-nic en Girona no ha terminado. ¿Escena musical maltrecha? O mejor nos dijeran: ¡Quiero que todo sea Dylanesque! Para más info del festival, puedes hacer click en esta página web: http://www.bcn.cat/bam/2011/cat/index.html
Alexa Ray
Si quieres ser moderno, vestirte como si estuvieras en Williamsburg y creer que el “indie” todavía reina, consigue apartamentos en Barcelona ajústate los pantalones, hazte flequillo, ponte un tatuaje y resuelve tus incógnitas de identidad bailando en el Sidecar.