Ir a una bodega en Barcelona, es pasar por un momento muy especial de la ciudad. Las bodegas conservan un espíritu tradicional que cada vez se va perdiendo más con el crecimiento de la ciudad. Es curioso ver que estos lugares sobrevivan, pero tampoco es para sorprenderse. A pesar de todo lo que pensemos, el público siempre apuesta por un servicio amigable, precios cómodos, y el calor de un espacio que nos resulte familiar e íntimo. De esta manera, y con los cambios sociales y políticos por los que ha pasado una ciudad tan diversa e intensa como Barcelona, estos espacios han sobrevivido y sobreviven para continuar compartiendo año tras año su grato servicio. Si visitas Barcelona, disfrutar de estas bodegas es sin duda una experiencia que no puedes perderte. En las bodegas encontrarás por lo general tapas y bocadillos de jamón, acompañados por supuesto de fresca cerveza, vermut, vinos y otros tragos. Aquí una lista breve de algunas bodegas que son un punto de encuentro indudable para la comunidad catalana.
Desde 1930, La Pineda conserva sus puertas abiertas ofreciendo las mejores tapas y bocadillos. Con tan larga tradición, y tanta historia, esta bodega-bar-charcutería, se encuentra en la calle del Pi, a un paso del Palacio de Maldá. Además de tapas y bocadillos, no puedes perderte los deliciosos vermuts que ofrecen, realmente un placer compartir en este tradicional espacio. Un poco más antiguo, el conocido bar Castells continúa brindando los mejores vinos, cervezas y tapas desde sus estanterías antiguas de hermoso diseño en madera. Otra opción que no puedes perderte.
La bodega Josefa ubicada en la calle Zaragoza en Sant Gervasi, es de lo más peculiar, ya que tiene toda una ambientación que recuerda al lejano oeste. Realmente contradictorio frente a la tradicional mirada catalana, quizás bordeando lo paródico, esta bodega ofrece vermuts y menús diarios con música country para disfrutar.
En el Xampanyet, otra bodega clásica, podrás disfrutar vino gasificado. Este lugar abrió sus puertas en 1872 y aún hoy está constantemente lleno por amantes de la buena bebida y las tapas. Quizás te vaya mejor si visitas esta bodega durante la semana, cuando hay menos movimiento. Entre lo mejor que podrás encontrar en el Xampanyet están sus anchoas y embutidos. En el Gótico también podrás disfrutar de la Cala del Vermut. Aquí las tapas calientes son especialidad, además de banderillas de pulpo, croquetas, mejillones, entre otras delicias.
Las bodegas están regadas por toda la ciudad. Lo mejor es tener una idea ligera de una posible ruta de bodegas y perderse con ella a través de la ciudad. Nada mejor que ir a la deriva por una ciudad como Barcelona y disfrutar de su cálido ambiente y vibrante atmósfera diurna y nocturna. Los precios en todos estos espacios son siempre relativos, pero tendrás una gama de opciones amplia para escoger.