Descubrir ciudades no es sólo visitar sus monumentos y fotografiarse con ellos. Viajar es saborear. Una simple onza de chocolate o una buena cerveza son capaces de cambiarnos el estado de ánimo. Y en Bruselas se puede decir que el chocolate y la cerveza son incluso más conocidos que el Manneken Pis.
Arrancamos por las cervecerías y dejamos el chocolate para el postre. La cerveza de la región de Bruselas es de fermentación espontánea, pero en Bélgica las hay de todos los tipos y sabores. Las calles de la capital comunitaria esconden cientos de tabernas en las que el producto estrella es la birra. Por ejemplo 250 beers Belgium, con una impresionante variedad de cervezas en Rue au Beurre. Otra es la cervecería Toone, situada en el Impasse de Sainte Pétronille y donde además de cerveza ofrecen un espectáculo de marionetas. Moeder Lambic, un local de la plaza Fontainas que tiene cerveza casera. Le Cirio, un café en la rue de la Bourse en el que parece haberse detenido el tiempo. Su decoración recargada llama mucho la atención. O Le Cercueil, un bar gótico ubicado al lado de famosa Grand Place y en el que se sirve la cerveza en vasos que tienen forma de calavera. Es un local muy curioso.
Ha llegado la hora del postre. En el caso de las tiendas de chocolate, igual que las cervecerías, vais a encontrar una en cada esquina. Los belgas además de exportar chocolate a medio mundo, están acostumbrados a comer dulce al final de las comidas. De hecho, se calcula que los belgas por cabeza ingieren más de 8 kilos de chocolate al año. Una pasada. Ya sabéis esa frase hecha de que “a nadie le amarga un dulce”. Pues bien, en el caso de los belgas no hay duda: les encanta el dulce y por supuesto su dulce favorito es el chocolate en todas sus formas y texturas.
La chocolatería más chic de la ciudad es Pierre Marcolini, en la plaza del Sablón. Pero las hay más baratas como el outlet de Godiva, en las inmediaciones de la Basílica del sagrado corazón. Otro ejemplo para chuparse los dedos es Laurent Gerbaud Chocolatier en el casco viejo. Productos artesanales y de primera calidad que tienen detrás a importantes maestros chocolateros. En el local que tienen en la rue Ravenstein podréis tanto comprar como ver una demostración de bombones, pralinés y cremas. En Zabär artesanal también se imparten talleres de chocolate y hacen unos que son muy curiosos: frutas bañadas de chocolate, trufas especiadas, bombones al licor de limón de Sri Lanka, con sal de Guérande o a la pimienta rosa de Bahía. No se puede describir, tenéis que probarlos. Otro de los sitios donde se realizan talleres es en la chocolatería Concept, donde te enseñan a hacer bombones personalizados con un 100% de manteca de cacao. Aunque hay que decir que la auténtica y más conocida boutique de chocolate de Bruselas es Galler Grand Place, fundada en 1976. Y además de chocolates, pralinés, confitería, trufas, marrons y galletas, venden un delicioso chocolate a la taza y té.
Twitter: @DianaRPretel