Para los turistas también es uno de los lugares favoritos para visitar, porque el ambiente que se vive allí adentro es cálido y maravilloso. El aroma a café a uno lo invita a entrar y sentarse. Las mesas y sillas son cómodas y mantienen un estilo elegante que uno puede disfrutar mientras lee los diarios y revistas del día.
Después de la Segunda Guerra Mundial, el café quedó del lado Occidental de la ciudad donde era frecuentado por intelectuales y personas de culto. Pero ni bien se derrumba el Muro el café abre otra sucursal del lado Occidental, en la avenida Unter den Linden, el principal boulevard de la ciudad. Desde allí, el Café Einstein Stammhaus atiende a todos los políticos del parlamento y a los turistas que se encuentran paseando por la hermosa ciudad.
Los platos que preparan son extraordinarios y sabrosos, ideales para degustar en una tarde de invierno.
El café con el que trabajan es especialmente procesado para ellos y uno lo puede notar en su sabor, color y aroma. Un delicia que puedes disfrutar si alquilas apartamentos en Berlin