La máscaras venecianas, utilizadas durante los suntuosos carnavales de esta impresionante ciudad, han sobrepasado su condición de objeto de vestir (únicamente durante una semana al año, recordemos) para alcanzar la condición de arte. A igual que sucede con las del teatro japonés conocido como Nô o Noh, las máscaras profanas de Venecia se realizan siguiendo un estricto código artesanal mantenido durante generaciones. El resultado es un objeto espectacular, brillante, precioso… apto para coleccionar.
Las máscaras venecianas se usan, incluso hoy en día, como complemento imprescindible en los disfraces de carnaval, pero también están empezando a ser solicitadas para fiestas de postín al estilo de las que se hacían en el siglo XVIII en toda Europa. Además, el viajero tímido que no se atreva a lucir una de estas caretas, no tiene porqué renunciar a ellas, puesto que, al ser tan tremendamente espectaculares, pueden, incluso, ser utilizadas como objeto de decoración. La empresa que os pongo aquí las hace de todo tipo: cubriendo el rostro al completo, solo como antifaz, reproduciendo animales, inspiradas en el barroco y, también, en el personaje Anonymus que tan de moda está últimamente.
La Ciudad de los Canales da para mucho. Lo mejor es que reserves alguno de los magníficos apartamentos en Venecia y que, desde allí, hagas tus compras y tus salidas artísticas. Te puede servir, además, de cuartel general desde donde salir disfrazado.