Es una de las imágenes de postal entresacada de esa exitosa campaña de marketing que se amparaba bajo el lema “España es diferente”. ¿Lo recuerdas? ¿No la conoce? Pues, me refiero a esa foto de un chiringuito (dícese de un establecimiento inestable entre el quiosco y un puesto ambulante de comidas situado en la misma playa) a rebosar de gente, incómodo y con mala comida. Pues, querido viajero, amable viajera, eso ya no existe en España. Afortunadamente. Los chiringuitos actuales se han transformado tanto que se han convertido en cómodos espacios para descansar, degustar las típicas recetas mediterráneas, tomar el sol e, incluso, escuchar música en directo. Los más elegantes, además, se han reformulado de tal manera que ya no se llaman chiringuitos. Son los exclusivos beach club.
En todas las playas del litoral mediterráneo, y la cosmopolita ciudad de Barcelona no se escapa a esta premisa, los chiringuitos son más bien confortables restaurantes (algunos decorados con muebles de diseño) donde se sirven los platos tradicionales de esta parte del mundo, en la gran mayoría de los casos, muy bien cocinados por parte de chefs locales. Jugosas paellas, pescados frescos a la sal o a la parilla, sardinas en espetos, ensaladas multicolores, postres helados y algún que otro socorrido plato de la cocina internacional (como la pasta o el pollo asado) suelen conformar la carta de la mayoría de los chiringuitos de Barcelona. Por supuesto, habrá alguno que dé su toque especial con alguna receta diferente y/o más elaborada. Aparte de comer, algunos disponen de duchas, servicios de hamacas con sombrillas y amenizan la velada con música en directo. Pez Vela y Bestial, ambos en La Barceloneta, son algunos de los chiringuitos que se ubican en Barcelona, aunque no te será difícil encontrar uno. Basta con bajar a la playa y echar un vistazo a izquierda y derecha. Consulta la carta, reserva una hamaca, mucha protección solar, algo de lectura y… a disfrutar se ha dicho.
Si lo tuyo es la exclusividad, el lujo y el glamour, lo mismo los servicios de un chiringuito se quedan cortos. Entonces, tienes que buscar un beach club. Este término se refiere a un recinto cerrado colindante con la playa, montado y decorado atendiendo al más mínimo detalle. Un aspecto que me gusta es que suelen colocar un entarimado sobre la arena. Tienen servicio de hamacas con colchonetas y éstas están tan bien vestidas que parecen entresacadas de una revista de decoración exclusiva o de las fotos de una piscina privada de superlujo. Los servicios de masajes y alquiler de toallas se completan con una restauración de calidad, la cual suele ser tipo buffet e incluida en el precio de la entrada. En la Playa de la Barceloneta, está Baja Beach-Club, muy cerca del puerto. El recién abierto Boo Restaurant & Beach Club se encuentra situado en Mar Bella (no confundir con la localidad malagueña). Si te pierdes con los topónimos, en este mismo blog he dado cuenta de las distintas playas de Barcelona.
Aunque tus apartamentos en Barcelona sean tan cómodos que te de la tentación de tomar el sol en la terraza, en un chiringuito se socializa y tendrás unos magníficos servicios. Además, los precios se han aquilatado muchísimo. ¿A qué esperas para disfrutar del sol, la playa y la arena?