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Estamos ante el frecuente ocaso de todos los medios de comunicación. No, no es que vaya a desparecer la televisión o la radio, las telecomunicaciones o el cine, sucede que hoy por hoy tenemos más tecnología a nuestro alcance que nos permite anotar, registrar y reproducir información en la web así como en otros medios. Y de aquí que algunos gobiernos se preocupen por las redes sociales y sus efectos y posibilidades.
Hay un fenómeno en las redes sociales así como en los medios de transmisión de información via internet, llámese YouTube o cualquier otra aplicación para reproducir música en el que habría que meditar de alguna manera. La resolución de lo que recibimos hoy por hoy en nuestros monitores no es necesariamente la adecuada pero, ¿cuál es la resolución adecuada? Claro, la resolución de una grabación en vinilo no es la misma a la resolución de un mp3, por supuesto, esto ya se ha discutido antes. ¿Y qué pasa con la imagen? La imagen no deja de pertenecer a un mayor dominio, al que no necesariamente se accede ya que no todos tienen acceso a una cámara de video. Sin embargo, ahora están los teléfonos móviles con toda una suerte de aplicaciones para poder filmar video en distintas resoluciones y formatos, así como generar efectos, editar y mucho más.
Quizás la democracia de una imagen se defina a través de su misma textura, de la calidad de su visualización, de sus mismos errores. Ya no hablamos entonces de una gran elocuencia en la creación de un video o sus procesos de edición. Hablemos mejor del error en la imagen, la falta de luz, la falta de ángulo y de disposición de lo que está y no dentro de la pantalla. La calidad pobre e inexperta de una imagen revela hoy en día, en mejor detalle los procesos políticos, la comprensión del arte, la manera en que la cultura se articula.
Así, es posible que no haya espacio más democrático que el de video experimental hoy en día, y es que la experimentación se encuentra presenta ya en casa. El factor de la posibilidad de documentación inmediata, además, que permiten los móviles en la actualidad, sirve para poder anotar de cerca los abusos que se dan recientemente durante las marchas y acampadas, así como en movilizaciones y protestas. De esta manera, herramientas que aparentemente solo tenían un uso limitado se convierten en artefactos necesarios para el activismo político. Los procesos de documentación que son posibles desde el video y la telefonía móvil son ilimitados.
La Semana de Cine Experimental de Madrid presentará una serie de cortometrajes realizados con teléfonos móviles, precisamente, entre tantas otras delicias para los aficionados a lo mejor del cine. Habrá además una sección especial del festival dedicada a la cinematografía de Afganistán más que recomendable y que de seguro, será de lo mejor que se presente. Para más información del festival, diversas secciones, autores y sedes de proyección, visita la siguiente página web: http://www.semanacineexperimentalmadrid.com
Alexa Ray
Nada mejor que conseguir apartamentos en Madrid y ser parte de esta importante semana de cine.
