Curiosamente, parece apreciarse en Madrid en los últimos tiempos un creciente y más que saludable interés por el cine mudo, proliferando programas de proyecciones en espacios diversos que cubren un espectro tan amplio como el que va de la selecta Fundación Juan March a dinámicos centros culturales alternativos autogestionados como CSA La Tabacalera.
Dentro de esta corriente que nos permite entrar en contacto con filmes que muestran las herramientas esenciales del medio, aquellas que se usaban cuando los cineastas no podían apoyarse en las palabras para contar una historia sino que debían ingeniárselas para contarla con elementos puramente visuales propios de la imagen en movimiento—lo que ha llevado a más de un crítico y director famosos a hablar de ese periodo como la verdadera edad dorada del cine en su estado más puro, si es que en el arte o la vida nos está permitido hablar de algún tipo de pureza en absoluto—la asociación cultural La Bagatela (calle Tres Peces, 34), sita en el muy castizo, colorido y multicultural barrio de Lavapiés, viene ofreciendo una interesantísima programación de voluntad esencialmente divulgativa, lo que explica el carácter tal vez en exceso canónico de las películas que se proyectan.
Así, como fin de fiesta del ciclo El Grito Silencioso, obras maestras del cine mudo, coordinado por el ilustrador Rafael Ricoy el día 11 de noviembre se celebrará una noche surrealista en la que se pasarán algunas de las más representativas películas de este movimiento artístico. A saber, Entreacto de Rene Clair (con la participación de Francis Picabia, Marcel Duchamp, Man Ray y Erik Satie, compositor además éste último de la música), Un perro andaluz de Salvador Dalí y Luis Buñuel, La concha y el reverendo de Germaine Dulac (que Antonin Artaud, protagonista y guionista de la misma, consideraba en su libro sobre el cine la primera película surrealista), y La estrella de mar de Man Ray (basada en un poema de Robert Desnos, quien protagoniza además el filme junto a la legendaria Kiki de Montparnasse).
Es sólo un aperitivo de lo que está por venir este otoño, pues la Filmoteca Española (calle Santa Isabel 3, a menos de cinco minutos de La Bagatela), que acaba de proyectar dentro del ciclo Cine y Deporte las seminales películas mudas de Leni Riefenstahl Olympia y El triunfo de la voluntad, prepara para el mes de diciembre un muy ambicioso programa dedicado a un buen número de cortometrajes de Charles Chaplin recientemente restaurados, donde podremos disfrutar del talento del genial cineasta británico en su periodo de formación.
Y si bajamos un poco la calle, en el Museo Nacional Centro de Arte Contemporáneo Reina Sofía, podemos acercarnos hasta el 28 de febrero a la obra de uno de los pioneros más interesantes del cine español a través de la exposición Desbordamiento de Val de Omar, de la que hablaremos con más detalle en otra ocasión.
Paul Oilzum
En definitiva, varios espléndidos reclamos, de hacer falta alguno en concreto, para acercarse a Lavapiés, un vibrante y multiétnico barrio que alberga algunos de los más pintorescos edificios y apartamentos en Madrid .