El significado de la navidad es más bien profano. Los nipones han adaptado lo más comercial y llamativo del otro lado del charco. Si se visita Tokio en fechas navideñas, no es difícil encontrar la ciudad decorada con luces, más aún de lo que ya está iluminada en otras épocas del año. Visten las calles de árboles de navidad y todo tipo de adornos occidentales. En todas las casas es fácil ver un árbol de navidad puesto, ya que el 14 de diciembre, día en que se pone el árbol, además viene el Papa Noel nipón, Hoteiosho. No es exactamente como el occidental, éste es su homónimo, pero que igualmente encanta a los más pequeños. Todo lo vigilia y comprueba con los ojos que tiene también en la nuca, que los niños se porten bien y así poder premiarlos con regalos.
Antes de que llegue el nuevo año, los nipones preparan su hogar con una limpieza general, el Sushuharai. Eso como síntoma de que quieren empezar el año, limpiando y expulsando la mala suerte y concediendo la entrada a la bonanza y a la prosperidad.
Sin embargo, aunque adapten estas costumbres, el día 25 de diciembre, no se realiza ningún tipo de celebración, es más, ese día, ni siquiera es festivo. Aunque para los más jóvenes, la Noche buena, suele estar destinada a celebrarla yendo a cenar con la pareja. Pero el día de Nochevieja, más conocido como O-Misoka y Año Nuevo, sí que ponen más énfasis en su festejo. Tokio se viste de manera especial, pues estos dos días son los más importantes de su calendario. Para empezar, los tokiotas, se reunen en familia para celebrar la Nochevieja cenando algo típico, los fideos “toshi-koshi” que represesntan el deseo de una larga vida. Tras la cena, brindan con «O-Toso», es el primer sake del año, no es champán. Después de la cena, igual que en España, tienen una especie de campanadas, no son nuestras doce, pero lo manifiestan con ciento ocho golpes que resuenan en toda la ciudad desde los templos y que viene a significar el número de defectos humanos según los budistas. El día 2 de enero, la capital nipona abre al público los jardines interiores del Palacio para recibir el saludo y felicitación de la familia imperial.
Tokio, como toda capital, alberga un gran número de personas y en fechas navideñas, los turistas abarrotan las calles para poder ver todo ese espectáculo de luces de led, como por ejemplo, en Tamacenter, cuyo árbol de navidad de 15 metros de altura es lo más llamativo. Y para hacer todo tipo de compras navideñas, un lugar típico es Ginza, allí se puede encontrar tiendas de decoración navideña y toda clase de centros comerciales.
La capital nipona, puede ser un buen lugar para pasar unas navidades, al menos, unas distintas. Con tiempo, es fácil encontrar apartamentos en alquiler en Tokio . Planea unas navidades únicas y especiales y pásalas en un lugar inigualable, déjate empapar por una cultura totalmente única y guarda ese viaje en tu memoria siempre!