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Igual que cada año, el final de agosto señala también el final del verano y del período vacacional para la mayoría de mortales. Volviendo de vacaciones, una de las cosas que primero viene en mente es esta frase de la película Juno:
“Nunca me doy cuenta cuánto me gusta estar en casa, a menos que haya estado en otro lugar durante un tiempo.»
Estoy deseando volver a dormir en mi propia cama, no vivir siempre sacando y poniendo cosas en la maleta y otros pequeños lujos que solo tu hogar te puede proporcionar. De todos modos, aún me cuesta sacarme de encima un sentimiento que solo puedo describir como síndrome o depresión post-vacacional:temer de solo pensar que tengo que volver a trabajar, que tengo que volver a ponerme ropa de trabajo en vez de la ropa de vacaciones, que básicamente era un bikini y unas sandalias, el hecho de que mi moreno, que me he currado tanto, se esté desvaneciendo… Hay una entrada de Wikipedia y todo sobre el síndrome post-vacacional, y enumera algunos de los síntomas más comunes:
Foto: gnuckx
5 síntomas del síndrome post-vacacional:
1. Negarte que tengas que volver al trabajo.
2. Planear tu próximo viaje.
3. Fatiga.
4. Pérdida de apetito.
5. Fuerte sentimiento de nostalgia.
¿Tienes cualquiera de estos síntomas al leer este artículo? Si te está ocurriendo esto ahora mismo, no te preocupes, ya que el síndrome post-vacacional normalmente se va rápido. Nuestro remedio es que planees tu próximo viaje, quizás una escapada urbana, unas pequeñas vacaciones en uno de nuestros destinos principales.
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