¿Dónde está la mejor cerveza de Europa?

Hay pique en muchos países de Europa por ver quién tiene la mejor cerveza. Los belgas aseguran que la suya es única e internacionalmente reconocida, los irlandeses alardean de tener la mejor cerveza negra del mundo (la pinta de Guinness) y los checos tiran de tradición para afirmar que ganan por goleada a las demás. Lo cierto es que la manera de comprobarlo es probándola y saboreándola in situ, así que os proponemos un viaje por 3 países clave.

La cerveza belga no decepciona

Impresiona ver todos los tipos de cerveza belga juntas en una estantería, algo que es muy común en muchos pubs de Bruselas y otras ciudades del país. Las hay de todos los sabores, graduaciones y sabores: Por ejemplo la Hoegaarden Witbier es de trigo, tan ligera como una clara, con un toque cítrico y se diferencia del resto porque su espuma es muy blanca. Ojo, tiene 4,9 grados. Pero hay más como la Stella Artois, que además de ser más conocida, recuerda a las cervezas españolas.  5,2 grados. La Chouffe es algo más turbia y afrutada pero su sabor puede engañar porque tiene 8 grados. Es muy burbujeante. Y para terminar destaco la Delirium Tremends, que es rubia con sabor dulce y amargo a la vez. Para su fabricación se usan 3 tipos distintos de levadura. Y tiene 9 grados. Hay que beberla con cabeza porque esta se te sube enseguida.

via Smabs Sputzer

De cervezas por Dublín

La cerveza irlandesa por excelencia es, sin lugar a dudas, la Guinness. Y uno de los sitios donde hay más marcha y cultura de beber unos tragos es la calle Temple Bar: la Meca de los que se consideran cerveceros hasta la médula. Si queréis ir más allá os recomiendo visitar la fábrica de Guinness donde, además de conocer todo el proceso de producción de este elixir, tendréis la oportunidad de saber a qué sabe la cerveza artesanal recién elaborada. Es un lujo. Es muy curioso ver el proceso y una vez allí apetece una y otra y otra y otra…

Saborea la cerveza de Praga

La cerveza checa se sirve siempre en jarras de medio litro, y eso ya dice mucho de este producto. Se bebe a lo grande. Las marcas más conocidas, que seguro probaréis si por ejemplo vais a Praga, son las elaboradas en Pilsen: la Urquell y la Gambrinus. Las variedades son infinitas. Y es que la tradición cervecera de la República Checa es ancestral (el lúpulo ya se cultivaba en el año 859 a.C) y la encontraréis en casa esquina porque forma parte del día a día de sus ciudadanos, como un modo de vida más que como una forma de diversión. ¿Dónde podéis probar una buena cerveza checa en Praga? Pues uno de los lugares clave para hacerlo es el pub-fábrica U Fleku, que destila esta bebida mágica desde hace unos 500 años con música en directo. O sino en U Bonaparta, allí la cerveza no tiene fin. Es fácil salir al menos con el puntillo.

 

Con cerveza o sin ella no dejes de reservar apartamentos en el centro de Praga . Puedes hacerlo ahora y aquí mismo. ¡Venga!, ¿a qué esperas?.