El cine nos advierte del futuro de las cosas. En una puesta en escena adecuada se puede encontrar el camino exacto hacia un conocimiento profundo o ligero, desde los encuadres y las propuestas del texto de la pantalla, se puede encontrar desde medios de entretenimiento de masas como este, que también claro se ha especializado en sus minorías de consumo, maneras de ver el mundo más allá de los ojos, formas de entender la realidad por encima de los sentidos, y combinaciones de realidades, viajes, transportaciones únicas que con todo, no dejan de vincularse con la realidad diaria que nos atraviesa. Mucho del género fantástico recae en lo real eventualmente, se concreta en él desde una perspectiva que nos hace vislumbrar, en esas experiencias extrañas y siempre un paso detrás o sobre la realidad. Basta pensar en novelas como las de Julio Verne en las que se predijo buena parte de los inventos de la modernidad y más adelante, los viajes al espacio y a la luna, descubrimientos, etc.
La vena de lo fantástico nos llega a la cultura desde el origen de los tiempos probablemente, cuando el mito era fundacional para la comprensión del mundo, para el origen de todas las cosas. Desde los mitos se comprendía la creación y a su vez la destrucción del mundo. Es con estos relatos que el hombre comprendía su entorno y le daba un sentido superior a su existencia, tan reducida siempre por la muerta, dispuesta a claudicar en cualquier lado en el cualquier momento.
Consideremos un film como Matrix por ejemplo, en el que se hace alusión tan clara al universo de las redes sociales y el manejo del internet como medio de conocimiento y liberación. Es improbable que las máquinas reinen el mundo, aunque también es muy probable. La inteligencia artificial sigue evolucionando mientras que la nuestra se aplana o aquieta o deja de estar en mejor sintonía. Aún faltan muchos años para que se rebelen contra nosotros todos nuestros ordenadores. Sin embargo, Matrix juega con niveles de ficción que entran desde la red y sus usos y usuarios, y así el propósito del relato no está en fantasear sobre Zion o el fin del universo, sino de las ficciones posibles, en tiempo real, que el Internet genera, y que estos usos de ficción se aplican en operaciones básicas como el chateo, la fotografía o la configuración de un perfil.
El razonamiento visual de las redes sociales, nos dirige así a una suerte de trama paralela de lo real en que podemos advertir, por momentos, que algo se nos está escapando de las manos o que lo más cercano y certero no es necesariamente lo real. El género del cine fantástico así, no sólo entretiene sino que discute las barreras de lo real, las expande, y pone sobre el tapete discusiones que van más allá de una narración que esté por encima de lo fáctico, sino que nos hacen ver por encima, en el aquí, tanto para perturbarnos como liberarnos: de aquellas trabas que por momentos, este mundo, a la vez, cada vez menos o más fantástico, nos demuestran ser solo pasajeras. Para más información sobre este festival, visita la siguiente página web: http://sitgesfilmfestival.com/
Alexa Ray
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