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Fiesta Mayor de Verdiales, Málaga

El día 30 de noviembre, festividad de San Andrés, comienza en la comarca de Málaga la “sementera” o temporada de siembra, razón por la que este día queda asociado tradicionalmente en el plano simbólico con el poder fecundador de la tierra en tanto que arquetipo femenino identificado con la madre naturaleza. De modo significativo, en esta fecha se inician también, con la reunión de todas las pandas, las diferentes asociaciones verdialeras, los representantes del ayuntamiento de Málaga y otras personas vinculadas de un modo u otro con el acontecimiento, los preparativos de la Fiesta Mayor de Verdiales, celebrada todos los años el 28 de diciembre, así como también se fijan las diferentes fechas del calendario anual de Verdiales, un poderoso fenómeno cultural de hondas raíces antropológicas y variadas expresiones culturales y artísticas que van de la música a la gastronomía.

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Tal y como hemos mencionado anteriormente, todo este fascinante y muy particular calendario de festejos gira en torno a la fecha central del 28 de diciembre, el gran día o Fiesta Mayor de los Verdiales, que se celebra habitualmente en la Venta de San Cayetano del Puerto de la Torre, donde se citan a partir del mediodía todas las pandas (conjuntos de cantaores, tocaores y bailaores), vestidas cada una con distintivos trajes folklóricos, para enfrentarse unas a otras de dos en dos en singulares combates musicales llamados “piques” de los que salen victoriosos aquellos capaces de hacer que sus contrincantes pierdan el ritmo. El día es largo y festivo y los espectadores que acuden a presenciar tan singular torneo reciben como recompensa añadida la posibilidad de degustar una amplísima selección de exquisitos platos y vinos locales que animan la competición y contribuyen a crear una atmósfera difícilmente olvidable dominada desde lo más profundo por la gozosa y vitalista epifanía barroca de una economía solar de naturaleza sacrificial basada en el despilfarro y el derroche que hace posible la nueva germinación del mundo.

La coincidencia con la onomástica de los Santos Inocentes da lugar a que también se conozca al evento como la Fiesta de los Tontos, lo que no deja de tener algún eco medieval que trae la remembranza de aquellos días en que el mundo se ponía del revés brevemente a modo de desahogo, purificación o catársis que permitía empezar un nuevo ciclo con impulso renovado, o bien simplemente seguir soportando el mundo, circunstancia que rima bien tanto con la proximidad del año nuevo como con el carácter apocalíptico de los tiempos que últimamente estamos viviendo, profecía maya incluida por supuesto.

No obstante la riqueza simbólica de esta asombrosa expresión cultural, bastaría el aspecto musical por sí solo para convertir la fiesta en algo fascinante. No en vano la forma musical  bailable de compás ternario anterior incluso al flamenco conocida como Verdiales por el nombre de la zona olivarera donde nació es el fandango más antiguo de toda la región de Málaga.