Español
Ya en el propio nombre de la banda podemos apreciar algunas de las características que hacen del aclamado grupo británico Friendly Fires—que presentarán Pala, su segundo álbum, en la sala Razzmatazz de Barcelona http://www.salarazzmatazz.com/ el 10 de diciembre–algo especial dentro de la escena de la que esencialmente proceden.
Los fuegos a los que alude la segunda palabra pueden encajar bien con el espíritu independiente de una formación que ha sido autosuficiente desde el principio. En efecto, Friendly Fires comenzaron como una banda esencialmente de directo que de manera autosuficiente sacaba sus sencillos (el segundo de los cuales, Paris, fue elegido single de la semana en el periódico The Guardian, la publicación especializada New Musical Express y la emisora BBC Radio 1) por su propia cuenta y riesgo. De hecho, a finales de 2007 fueron el primer grupo sin sello discográfico en aparecer en Transmission, el programa musical de la prestigiosa cadena de televisión británica Channel 4. Tal pedigrí de grupo genuinamente independiente procedente de una escena que podía caracterizarse como mezcla de dance-punk y shoegazing, se ve matizado por el adjetivo Friendly, que de alguna manera rima con su declarada vocación de grupo pop, entendido el término en relación con la asociación de este tipo de música con la creación de melodías pegajosas con gancho.
Pese al rechazo, que genera en una parte importante de sus seguidores, que encuentran este tipo de música limitado y confinado a los caprichos de la industria, lo cierto es que los propios miembros de Friendly Fires se han definido a sí mismos esencialmente como un grupo de pop, en buena medida para evitar que se los etiquete en un tipo de escena determinada y como intento de huir de cualquier tipo de exclusividad en lo que respecta a su música.
Esta declarada vocación pop, con más de un guiño hasta cierto punto nostálgico a la música de los ochenta como en la canción Blue Cassette, por poner tal vez el ejemplo más significativo, parece ser el rasgo distintivo de Pala, título que huyendo de cualquier tipo de frivolidad y virando una vez más a un mundo más propio de la música independiente, es una referencia directa a la novela de Aldous Huxley La Isla, considerada a menudo el contrapunto perfecto—por presentar un modelo utópico de sociedad en una isla imaginaria en donde la ciencia y la tecnología se usan para garantizar una vida sana, equilibrada y respetuosa con el medio ambiente rica en tiempo libre que dedicar a la contemplación, el recreo y el desarrollo personal—de Un mundo feliz (1932), publicada treinta años antes.
De hecho se trata de su primer álbum propiamente concebido como tal pues el anterior (su aclamado disco homónimo) era básicamente una colección de sencillos previamente lanzados como tales o en forma de EP. Tal vez por ello, Friendly Fires se han tomado esta vez su tiempo. Han sido más de dos años metidos en el estudio puliendo las canciones hasta darles su forma definitiva.
Es eso precisamente lo que hace que la banda esté particularmente deseosa de lanzarse al directo y ver cómo funcionan los nuevos temas delante del público. Y una de las razones por las que tal vez no quiera perderse el concierto si alquila apartamentos en Barcelona por esas fechas.
