Hasta el 3 de julio el Museo Pera de Estambul exhibe la obra del pintor turco más original del siglo XX, ?hsan Kemal Karaburçak. La muestra titulada Vertientes Retrospectivas de Isham, reúne lo mejor de su obra en el período de los años 1968 a 1970.
La exposición comisariada por el historiador y consejero del Museo Pera de Estambul, Semra Germaner, reúne obras de varias colecciones públicas y privadas para dar una imagen completa de la obra de Kemal Karaburçak, postergada durante años por su marginalidad de las elites del arte y la cultura turca.
Con motivo de esta retrospectiva, el Museo ha editado un precioso catálogo escrito por Akoyunlu Ersoz Begur y Primavera Tania, que tiene un interesante diseño con cubierta de cartón e ilustraciones en color. Los textos están en inglés y turco.
?hsan Kemal Karaburçak nació en Estambul, Turkía, en 1898. Su inicio en la pintura ocurre en 1930, cuando se inscribe en la École Universelle de Paris. Su trabajó en el Servicio de Correos y Telégrafos de exteriores le facilitó la posibilidad de organizar su vida en torno a la pintura, adaptando en un pequeño cuarto de su modesta casa de Ankara el taller de pintura.
Su formación autodidacta en la pintura lo mantuvo alejado de los movimientos artísticos del siglo XX, a pesar que se pueden encontrar trazos y manejos del color que nos remiten al surrealismo, con toques naif, evocando parte de la obra de Picasso, aunque él reconoció haberse inspirado en Cezanne y admirar la precisión y moderación de Matisse.
Kemal Karaburçak realiza retratos en óleo sobre tela, donde se destacan sus trazos fuertes y definidos, como en Otoporte (1944). También están sus signos e imágenes deconstruídas que incluyen símbolos del alfabeto morse y elementos geométricos. Y finalmente su obra más naif de paisajes campesinos o pequeños reflejos de la ciudad, donde el colorido y los motivos evocan la simplicidad de esta corriente.
Su independencia y cercanía a los grandes movimientos del arte que influyeron en la mayoría de los pintores, escultores, escritores, arquitectos y fotógrafos del siglo XX, lo convierte en uno de los artistas más particulares de esa época.
Entre los elementos más llamativos de su obra está el manejo del color y la luz. El azul, los ocres y la magistralidad para dar a los tonos fríos una calidez conceptual, es admirable, dejando claro que no fue necesario el paso por la academia para desarrollarse como un artista completo y complejo.
En sus últimos años elaboró pensamiento y teoría sobre el arte y el rol del artista en la sociedad. Su teorización sobre la evolución del arte y el uso de nuevas técnicas para obtener viejas estéticas es aún poco conocida. Kemal Karaburçak planteaba que para realizar un mosaico turco se podían juntando pequeñas fotografías y se obtenía el mismo producto del arte turco tradicional.
Para más información http://en.peramuzesi.org.tr/exhibitions/detail_temporary_exhibitions.aspx?SectionID=9TsJWPTrYICovx%2bvUtjAdQ%3d%3d&ContentID=v4coM3rlz5sd9cReBKluSg%3d%3d
Nancy Guzman
A este hombre curioso, que vivió como burócrata y creo una obra extensa y maravillosa que recién comienza a redescubrirse y a tomar valor, podrá verlo y conocerlo en todo su esplendor si se encuentra este verano en apartamentos en Estambul Sólo tiene que acercarse al Museo Pera de esta apasionante ciudad.