Probablemente uno de los fenómenos más curiosos e interesantes de la escena musical europea de los últimos diez años haya sido la aparición del siempre sorprendente y refrescante grupo Irie Révoltés, que después de casi un lustro de elaboración, presentarán su último disco, Mouvement Mondial, en el teatro Apolo de Barcelona el próximo jueves tres de noviembre (http://www.sala-apolo.com/localizacion.asp).
Que se trate de un grupo de Heilderberg compuesto por nueve personas, aunque la formación original solo tenía cuatro miembros, que hace una vibrante música situada en el territorio que va del reggae/ragga al dance hall pasando por el ska y el hip-hop, sin exceptuar vetas de punk y R&B, no debería tal vez resultarnos demasiado extraño, así como tampoco su intenso y sentido compromiso social, muy particularmente en relación con la situación de África (conocido es su abierto apoyo a organizaciones como Sillas de ruedas para África), manifestado tanto en una serie de letras de talante rebelde y libertario como en su asidua presencia en festivales y conciertos solidarios y contra el racismo.
Lo que los hace más peculiares es el hecho de que, pese a tratarse de un grupo alemán, la mayoría de sus canciones estén escritas en francés, circunstancia que da muestra tanto de su naturaleza multicultural como de la rica y profunda influencia que las vigorosas y fecundas música y cultura de los banlieues franceses ejerce sobre ellos. El francés también está presente naturalmente en el nombre de la banda (Irie hace referencia a la palabra jamaicana que designa un estado de felicidad y bondad identificable con la conexión con la divinidad y Révoltés es el plural de la palabra francesa para contestatario, indignado o rebelde), cuyos miembros gustan de presentarse por encima de cualquier consideración nacional como habitantes del mundo
Posiblemente esta sea una de las razones por las que Irie Révoltés son poco conocidos en Estados Unidos, al margen de un minoritario si bien creciente circuito que no ha podido evitar hacerse eco de la extraordinaria reputación de culto del grupo en territorio europeo. De hecho, en rigor ya no es posible limitar la repercusión de la banda al tradicional círculo de fieles y entregados seguidores, pues cada vez es mayor el número de lugares donde puede escucharse su estimulante y energética música. Una música caracterizada, al margen de su libre eclecticismo por una decidida voluntad de diversión, pues esa es quizá la impresión que mayor huella deja entre los asistentes a sus memorables conciertos, la de haber visto a nueve individuos disfrutando enormemente con lo que hacen y decididos a convertir cada actuación en una experiencia auténtica e irrepetible, lo que inevitablemente retroalimenta la relación con su público de una manera intensísima que alcanzó una de sus máximas cotas en su concierto contra la última cumbre de los países del G-8, que ha alcanzado mediante trasmisión oral la condición de legendario por derecho propio.
Lo que tiene que ver muy directamente con su concepción de la revolución como medio hacia la felicidad que no puede estar gobernado por el rencor o la ira. Participe usted también de los indudables beneficios de su alegre revuelta si alquila apartamentos en Barcelona por estas fechas