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El Monumento a los Descubrimientos fue construido para conmemorar los 500 años de la muerte de unos de los personajes más famosos de la historia de Portugal: Enrique el Navegante, uno de los más grandes emprendedores de expediciones marítimas de descubrimiento.
Edificado a los pies del Río, en el barrio de Belém en la ciudad de Lisboa, se destaca a lo lejos por su magnitud: 52 metros en altura. La obra diseñada por José Ângelo Cottinelli Telmo y Leopoldo de Almeida grafica una carabela y a todo el grupo de marina comandada por Enrique el Navegante que se ubica en la proa del barco de cemento. Atrás de él y por orden de importancia se alzan otros héroes marítimos que colaboraron en los descubrimientos.
Una de las cosas más interesantes del monumento es que se puede explorar en su totalidad y hay escaleras y ascensor que lo llevan a uno hasta el sexto piso, donde uno puede observar toda la costa del río y la región de Belém.
La edificación tiene dos lados, oeste y este, pero visitar el monumento y verlo desde el poniente es un acontecimiento inolvidable ya que el sol ayuda a que tomen vidas los marinos de la embarcación.
Construido en 1960, el Monumento a los Descubrimientos es uno de los puntos más turísticos de la ciudad que si uno quiere conocer, tiene que conseguir alojamiento en Lisboa y dedicarse a recorrer la maravillosa historia del lugar.
