El Palau Güell es otra de las tantas obras creadas por Antoni Gaudí en la ciudad de Barcelona y, como todas ellas, cautiva por su creatividad y quedó en la historia universal por formar parte del movimiento modernista del siglo XX.
Este palacio situado en el barrio Raval de la ciudad fue hecho a pedido. Eusebio Guell, un empresario y político de la época, le encargó al arquitecto un palacio para mudarse allí con su familia una vez esté terminado.
La construcción empezó en 1886 y finalizó en 1888, como se ve en la placa de la fachada. Es una de las pocas obras de Gaudí que no sufrió modificaciones tras su culminación. La familia Güell vivió en el palacio hasta el año 1936 y varios años después, una de las hijas del empresario decide entregar el edificio a la Diputación de Barcelona porque no podía mantenerlo.
Es así como hoy en día el Palau Güell es una obra arquitectónica única propiedad de todos los españoles y del mundo entero, porque fue coronada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1969.
El edificio es magnífico como todas las obras del arquitecto, pero sobre todo resalta la creatividad de su diseñador y la explotación al máximo de la nobleza de los materiales utilizados.
Visitando la ciudad, uno tiene la cita obligada con el Palau Güell para disfrutar de todo el arte de Gaudí.