¿Buscáis destino de sol y playa? ¿Buscáis lugares con encanto? ¿Buscáis el sabor Mediterráneo? ¿Buscáis algo más que un paisaje? Pues ha llegado el momento de conocer la Costa Amalfitana. Os iréis enamorados. El mar, el sol, pueblos de pescadores con encanto, lugares con historia, tiendas cool, campos de limoneros, agua azul turquesa, etc. Y todo esto, a pocos kilómetros al sur de Nápoles.
La SS-163 es la carretera que recorre de lado a lado la Costa Amalfitana perfilando el mar Tirreno. Sus increíbles curvas serpenteantes hacen que esta carretera del sur de Nápoles sea muy atractiva para los moteros que buscan un paseo lleno de adrenalina. Sus más de 40 kilómetros de asfalto recorren pueblos costeros como Salerno, Praiano, Positano, Amalfi, Atriani, Ravello, Minori, Maiori y llega hasta Vietri. En este post vamos a ir parando en cada uno de ellos y descubriendo qué esconde la Costa Amalfitana, también conocida como Costa Divina.
- Las cerámicas de Vietri, Salerno: Sin duda es una de las 13 perlas del la Costa Amalfitana. Este enclave del sur de Italia, situada en el Valle del río Bonea, es muy conocido a nivel mundial por sus cerámicas policromadas. No es una exageración. Allí llegan compradores de todo el mundo desde el siglo XV para llevarse un recuerdo de cerámica. Y hoy en día es uno de los atractivos principales.
- Amalfi y sus limoneros: Amalfi es tierra de limones y, por supuesto, de limoncello. No podéis iros de esta ciudad sin probar su delicioso elixir de la eterna juventud. Situada en lo alto de una montaña, con estrechas callejuelas y con casas de colores, este lugar es uno de los destinos más frecuentados por los cantantes, actores y artistas de medio mundo. Tal es su belleza que forma parte de los lugares destacados por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Un enclave turístico con una increíble belleza natural que atrae a directores y productores de cine desde el siglo pasado.
- Positano, un pueblo construido sobre la montaña: Es una de las joyas más preciadas de la Costa Amalfitana con un enorme acantilado que la divide en dos mitades. Sus vistas a la bahía y al Mar Tirreno son impresionantes. Casi todo el pueblo es peatonal, con calles estrechas y empinadas que lo recorren de arriba a abajo y de este a oeste. Una de las vistas más emblemáticas es la de La Chiesa di Santa María Assunta, una Iglesia del siglo XIII que encandila a autóctonos y turistas.
- Ravello, Salerno: Si seguimos la impresionante carretera SS-163 llegaremos a Ravello. Esta ciudad aun conserva restos de la antigua muralla, por la que merece la pena perderse un rato. Las mejores vistas las encontraréis en Villa Rufolo. Allí, en lo alto de la montaña, se llega a ver pueblos como San Cosma, Minori o Maiori, e incluso la joya que da nombre a la costa: Amalfi. Y merece también una visita el mirador de Villacimbrone, lugar donde se hospedó gente tan dispar como Greta Garbo y Winston Churchill.
- Atriani, residencia de marineros: Esta pequeña localidad rodeada de vegetación era el lugar donde residían las familias de los marineros. Las familias nobles. Ahora es muy conocido por sus rutas de senderismo y menos conocido por sus playas y sus calas vírgenes que se ocultan bajo los acantilados. Merece la pena perderse por los alrededores de Atrani.
- Praiano: No dejéis de pasar por el chiringuito-cueva de Praiano: “Il Pirata”. No siempre podréis comer, tomar una cerveza, tomar un vermut o una copa en una cueva excavada en un impresionante acantilado. Puede ser un buen fin de viaje.
Twitter: @DianaRPretel