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Me siento rara escribiendo sobre mí, pero si algo me hace especialmente ilusión es escribir sobre Montiel y su majestuoso castillo con una intrahistoria que he ido aprendiendo de mi gente. Lo levantaron los árabes en el siglo IX y después fue reconquistado por los cristianos en una de las batallas más crueles de la historia entre Don Pedro I de Castilla (apodado El Cruel) y su hermano, Don Enrique de Trastamara, que eran eternos rivales. En concreto, allí se libró la Batalla de Montiel durante la Guerra de los Cien Años.
La historia del Castillo de la Estrella a través de mis ojos
Mis abuelos construyeron su vida en el mismo lugar donde Don Quijote de La Mancha vivió algunas de sus aventuras: en los Campos de Montiel. Allí pasaba mis veranos, mis puentes, mis fines de semana y a veces mis navidades. Sin duda en este lugar pasé unos años maravillosos de que los guardo muy buenos recuerdos ligados al apellido Pretel. Y por supuesto, ligados a la casa de mis abuelos en la plaza del Quinto Centenario. Esta casa sin duda necesitaría un post aparte.
Ahora mismo me vienen a la cabeza varias imágenes: mis abuelos (Antonio y Dolores), mis ascensos al casi derruido Castillo de la Estrella con mis hermanos (Aída, Celia y Antonio), mis padres que nunca me fallan (Adelaida y José) y Paquita (que siempre ha sido como de la familia). De hecho gran parte de los misterios que conozco de Montiel se los debo a ella. En su día, cuando todavía era una niña, Paquita me contó que entre el castillo y el Cerro de San Polo (situado enfrente y separados por la carretera) había decenas de túneles subterráneos que conectan ambos lados. Pero hay más. Paquita insistió en que esos túneles, que servían de escondite a unos y otros durante la sangrienta batalla, daban a parar a unas habitaciones repletas de oro. El Tesoro de Montiel, decía mientras tomábamos leche con galletas y onzas de chocolate en su salón. Nunca la olvidaré, y tampoco sus historias que me hacían creer que en la magia del castillo. Gracias a toda mi gente enseguida sentí la necesidad de ascenderlo. Y os aseguro que el camino no es del todo cómodo. Hay varias rutas por las que acceder, aunque yo siempre solía elegir la del cementerio porque me resultaba más sencillo. Una vez arriba, merece mucho la pena.
En lo alto del Castillode la Estrella
Desde arriba las vistas de Montiel son espectaculares. Ahí abajo es fácil localizar la Iglesia del pueblo, las casas bicolores, la plaza, la fuente, el Ayuntamiento y el cementerio. Desde luego el cementerio es uno de los más bonitos que yo conozco. No he sentido en ningún lugar tanta paz como allí. Una vez en el interior todo lo veréis a través de unos enormes ojos que han quedado como consecuencia del deterioro propio de las guerras. Ese sí que es el verdadero tesoro de los montielejos o montieleños. Desde el año 2012 el castillo pertenece a todos ellos gracias a la aportación económica de particulares y empresarios como José Mota, que lleva muy a gala sus raíces y es un ejemplo para todos.
Ubicación de Montiel
Si os animáis a conocer mi pueblo, Montiel está a algo más de 200 kilómetros de Madrid. Es fácil, sólo hay que coger la Nacional IV hasta Manzanares y de allí a unos 30 kilómetros llegaréis al destino. Pasaréis por La Solana, Membrilla y Villanueva de los Infantes. Lo reconoceréis enseguida por su Castillo de la Estrella y sus paisajes color arcilla, es el lugar perfecto para disfrutar del turismo rural.
