No hay nada como ir a la playa y encontrar un chiringuito cerca para poder refrescarse. Pero no nos vale cualquiera. En esta lista vamos a destacar algunos que nos parecen especiales: por contar con una bonita puesta de sol, por sus cócteles, por su ambiente, por su ubicación, o por su comida, etc. Os propongo un paseo por la costa murciana, un viaje a Cayo Largo del Sur (Cuba), un paseo por la Copacabana de Torremolinos y un más que probable inolvidable almuerzo en la isla de Barú de Cartagena de Indias (Colombia).
Playa Lindarena, Cayo Largo del Sur (Cuba)
Os rendiréis ante esta paradisíaca playa del sur de Cuba. Su arena blanca y sus aguas turquesa son de postal. Pues bien, justo allí encontraréis un chiringuito de madera, construido en alto porque sube la marea. Está situado en una de las playas donde cada noche ponen decenas de huevos las tortugas marinas. La magia del lugar es increíble. Y qué decir de sus mojitos. Ir a Cuba y no tomarse un mojito es un pecado, pero los de Lindarena están especialmente ricos con su punto justo de azúcar, de lima y de hierbabuena. Tomarse algo en aquel paraíso es uno de esos placeres que sin duda grabaréis en vuestro disco duro del verano.
Barú Island, Cartagena de Indias (Colombia)
Es una isla convertida en península por la mano del hombre, unida a través de una carretera. Pero su encanto no es ese, sino que está justo al lado de una barrera de coral. A lo largo de playa Blanca (la más grande) veréis algunos chiringuitos muy auténticos, de esos que no sabes si pedir algo o hacerte una foto. Ofrecen ceviche, pescado del día, arroz y todo tipo de cócteles como Coco Loco, Mojito, Capirinha, Sex on the beach, o simplemente refrescos y limonada. Sin duda, el chiringuito del ceviche es el más recomendable. Os confieso que a mí no me gustaba hasta que lo probé allí.
Pata Palo, La Manga del Mar Menor (Murcia)
Damos un salto en el mapa y nos venimos más cerca. Su ubicación, en plena Cala del Pino, hace que sea muy especial. En lo alto de un cerro y con vistas al Mar Menor, este chiringuito de playa se ha convertido en una referencia en la zona. Entre semana es un lugar tranquilo, estilo chill out, donde ir a hacer yoga, comer o presenciar una espectacular puesta de sol. Y los fines de semana el ambiente cambia, hay música en directo y merece la pena ir a cenar a la luz de la luna, tomar copas y cócteles caribeños o fumar en cachimba. Las cartas son vinilos reales y el menú está muy bien en cuanto a calidad – precio. Yo os recomiendo la ensalada Pata Palo, con queso de cabra y frutos secos. Y de postre: brownie.
Copacabana, Torremolinos (Málaga)
La peculiaridad de este chiringuito es que en vez de tener sillas y mesas, tiene camas. Son pequeñas cabañas con techo de paja muy cómodas y adaptadas al siglo XXI (todas cuentan con una televisión de pantalla plana incorporada). Lejos de comodidades, hay que decir que en este chiringuito malagueño se toman ricos cócteles brasileños, como la caipirinha, y se come buen pescado. Lo curioso es que todo lo cocinan en un horno de leña o en espetos, siempre a la vista del cliente. En la carta encontraréis además ensaladas variadas, raciones, platos combinados y hamburguesas. Os aseguro que será lo más parecidos a estar en la playa brasileña de Copacabana, aunque sin salir de Torremolinos.
Twitter: @DianaRPretel