Admiro a Stefan Zweig por su increíble sensibilidad masculina. Por su aplastante habilidad para expresar los sentimientos femeninos de una manera que ninguna mujer podría hacerlo. Por su hipnotizante escritura que te hace viajar en la intimidad de los seres humanos, en perpetuo conflicto con sus obsesiones, pasiones, angustias y secretos.
Zweig se suicidó en Petrópolis en 1942 con su mujer, después de una vida dedicada a la escritura, al periodismo y la traducción de obras maestras. Originario de Viena (1881) y de educación judía, este hombre es un clásico de la literatura alemana, un genio reconocido, cuya sensibilidad marcará toda su vida, toda su obra y a todos sus lectores.
Las desilusiones de la guerra
El estallido de la primera guerra mundial será para Zweig el entierro del humanismo y a nivel personal, estará al punto de caer en una grave depresión. Como muchos artistas de su generación, Zweig estará profundamente marcado por las atrocidades europeas, pero gracias al apoyo del escritor Romain Rolland, del cual es un gran admirador, seguirá adelante y sacará su inspiración del propio malestar social.
La inhumanidad y las muertes que reinan a principios de siglo en Europa chocan tanto a Zweig que su atención se centra en la búsqueda de lo humano. Se adentra en las almas de sus personajes, viaja por Europa e India, se hace amigo de Sigmund Freud, traduce a Baudelaire, Rimbaud, Verlaine, Keats…
Escribe algunas poesías, obras de teatro y sobre todo, novelas cortas como Amok (1922), Veinte cuatro horas de la vida de una mujer (1927), Carta de una desconocida (1927)…
Los personajes femeninos de Zweig
En las obras de Zweig, la acción no se basa tanto en los hechos, sino en los sentimientos, en los personajes, allí, donde nadie tiene acceso. Junto a él, entramos en esferas íntimas en la cuales las mujeres se enamoran de desconocidos por quienes lo dejan todo, lo esconden todo o lo revelan todo.
Descubrimos las contradicciones de mujeres ejemplares de la alta sociedad, que se transforman de un día para el otro en heroínas de sus propios conflictos. Este sería el tema más presente en la obra de Zweig: la sensibilidad humana. Cómo somos capaces de caer frente a las pasiones del juego, cómo nos metamorfosea un encuentro, cómo nos impactan los eventos…
Zweig no resistirá a la Segunda Guerra Mundial. Su desilusión es tal, que huye a Brasil con su mujer, donde acabarán juntos con sus vidas. Su última obra, inacabada, es una autobiografía titulada El Mundo de Ayer – Memorias de un Europeo, un himno a la cultura europea que consideraba como perdida.
Te aconsejamos la lectura de una de sus novelas, son cortas y tan apasionantes que las acabará en un viaje. Durante tu vuelo hacia Viena por ejemplo, la tierra de Stefan Zweig, donde pasarás una estancia inolvidable si alquilas Apartamentos en Viena.