Todo viajero debe tener buena imaginación. A menudo, cuando visitamos lugares y monumentos, nos preguntamos ¿quién construyó esta catedral?, ¿por qué se quemó la torre principal?, ¿cuánto se tardó en acabar este puente? Por eso necesitamos un guía experto que nos explique los pasados acontecimientos. Hoy el guía somos nosotros.
Cerrad los ojos y situaos en Sevilla un siglo atrás. En el año 1914 comenzaban las obras de construcción de la Plaza de España por el arquitecto Aníbal González, cuya estatua luce en la misma plaza. Diseñada con motivo de la Exposición Iberoamericana de Sevilla en 1929, no se acabaría hasta un año antes del evento. Es un monumento de ladrillo representativo de la arquitectura regionalista, caracterizada por reflejar la estética de un lugar, y con decoración de cerámica, artesonados, hierro forjado y mármol labrado.
Para quien no haya tenido la suerte de admirarla, la Plaza de España de Sevilla tiene forma ovalada y 200 metros de diámetro. Está abrazada por una impresionante construcción con una torre en cada extremo de las alas (norte y sur), símbolo del abrazo de España a sus antiguas colonias; y mira hacia el río Guadalquivir como camino a seguir hacia América. Además de la gran fuente que se encuentra en su centro, la extensión está bordeada por un canal que atraviesa cuatro puentes representativos de los cuatro antiguos Reinos de España (Castilla, León, Aragón y Navarra).
En los laterales del medio círculo se puede observar una hilera de bancos, cada uno de ellos decorado por un relevante hecho histórico, el escudo y el mapa de cada una de las cuarenta y ocho provincias españolas. Empezando por Álava y acabando por Zaragoza, se sitúan en orden alfabético con la excepción de Sevilla, que aparece en distintos murales colocados al principio y al final de cada arco de provinciales; y con diferentes temáticas: Sevilla Monumental, Sevilla Ganadera, Sevilla Agrícola, etc. Son todos unos collages de baldosas coloridas y profesionalmente trabajadas, ¡para quedarse de piedra!
Otros elementos que constituyen el perfecto acabado de la plaza son, por ejemplo, los bustos en relieve que aparecen entre los arcos. En ellos se pueden reconocer personajes tan famosos en la historia de España como Cristóbal Colón, Isabel la Católica, Hernán Cortés, San Juan de la Cruz, Cervantes, o cuarenta y seis más mundialmente conocidos. Finalmente, las farolas, balaustradas y puentes sobre el canal se suman al decorado con una elegancia que ha sido restaurada con mucho cuidado a lo largo de los años.
Uno de los mejores lugares para llevarse en la memoria de una visita a Sevilla. Vale la pena reservar un apartamento en Sevilla y dejarse sorprender por las maravillas que esconde esta plaza emblemática.