Trinidad de Masaccio en Florencia

Según se cuenta, la capilla del Santo Sepulcro de Jerusalén fue construida en el punto exacto donde se levantó la cruz sobre la cual Jesús de Nazaret fue crucificado, en el mismo lugar, de acuerdo con la tradición, donde Adán fue enterrado. Existe en Florencia un fresco cuya iconografía, que presenta una poco común combinación de trinidad, muerte y descomposición,? bien pudiera ser una transposición de esa capilla sagrada. En él, Dios Padre presencia  solemnemente el martirio de su hijo desde detrás de la cruz, a los pies de la cual, flanqueándola, se encuentran María, cuya mirada parece perderse en el espacio vacío, y San Juan. Los tres, Cristo, María y San Juan, forman un triángulo cuya base ensanchan en un escalón inferior las figuras de, los comitentes que encargaron la pintura. Un esqueleto tendido sobre un sarcófago, en cuyo nicho puede leerse la inscripción “yo fui lo que tú eres, tú serás lo que yo soy”  ocupa la parte inferior del fresco.

Se trata del fresco de la Trinidad, y fue pintado en torno a 1425-28 por Masaccio, quien murió prematuramente, se dice que envenenado, antes de cumplir los 30 años. Ocupa un espacio en uno de los muros laterales de la iglesia de Santa María Novella, célebre sobre todo por la incomparable fachada de mármol polícromo de Leon Battista Alberti, bella más allá de las palabras. Santa María Novella parece ofreceremos una muestra perfecta del principio esencial que según el tratado de arquitectura de Alberti debe caracterizar a los buenos edificios, es decir, la unidad armónica, capaz de formar un todo donde todas las partes guardan una relación entre sí tan musical y equilibrada que la alteración de cualquiera de ellas arruinaría el conjunto.

No es, por tanto, demasiado difícil que un visitante casual, deslumbrado por la arquitectura, pueda irse de la iglesia sin haber visto la Trinidad de Masaccio. Sería triste, sin embargo, pues habría pasado de largo una de las pinturas más revolucionarias de la historia del arte. La razón que convierte este fresco en algo tan digno de admirarse como la fachada de Alberti es que se trata posiblemente de la primera pintura en la cual se usaron las leyes matemáticas de la perspectiva descubiertas por Brunelleschi hacia 1424 y publicadas, precisamente por Alberti, en 1436, cuando ya hacía años que Masaccio venía cumpliendo la parte profética de la inscripción que se lee en su más famosa obra.

Vano fuera insistir en el cambio radical que la introducción de la perspectiva produjo en la historia de la pintura  y el modo en que, por usar las palabras de Bill Viola, aceleró el desarrollo de las técnicas de creación de imágenes artificiales

Ante la Trinidad los florentinos debieron de sentir por primera vez como se abría un nicho profundo en una pared materialmente lisa mediante un acto de ilusionismo visual que los llevaba al interior de una capilla funeraria que nos hace pensar en el edificio de la Loggia degli Innocenti del propio Brunelleschi.

 

 

 

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Paul Oilzum

Si alquila apartamentos en Florencia al visitar Santa María Novella, tómese la molestia de buscar la Trinidad de Masaccio. No se arrepentirá. Su vértigo aún sobrecoge.