Cuando se viaja en familia, siempre es necesario preguntarse si una ciudad es adecuada a las necesidades de los niños. Todo lo que queremos es que ellos no lloren, porque queremos que sean felices y porque queremos relajarnos.
Por eso, viajar en Semana Santa es una óptima idea para las vacaciones con niños. Las ciudades se llenan de colores, tradiciones y, sobre todo, de postres deliciosos que hacen sonreír a nuestros niños (¡y a nosotros también!). Síguenos en un mundo hecho de monas, huevos de chocolate y conejos de Pascua. Aquí encontrarás tres ciudades con tradiciones muy interesantes, para unas vacaciones de Semana Santa en familia donde mandará la diversión.
Florencia, Italia
En Italia, la Pascua es una fiesta muy importante y por eso hay tradiciones muy diferentes entre las regiones y ciudades. Florencia es siempre maravillosa, con sus calles características y su encanto italiano, pero en esta temporada aún más.
Su tradición típica para celebrar la Pascua es “lo scoppio del carro” («la explosión del carro») y “il volo della colomba” («el vuelo de la palomita»). El domingo por la mañana, un carro (“Brindellone”) es transportado por cuatro bueyes hasta la Catedral; se desatan los animales y, con una cable de hierro, el carro es unido al centro del coro de la catedral. A lo largo de este cable se instala una palomita de metal. Durante la misa, se enciende la mecha de esta palomita, que enciende los fuegos artificiales del carro. Un espectáculo muy divertido que seguro que alegrará a los niños.
Después de los fuegos, ¿por qué no concederse algo dulce? Deja a tu niños escoger sus huevos de Pascua de chocolate: una tradición común a toda Italia. Adentro, encontrarán una sorpresa: un juguete pequeño. Los padres pueden degustar las palomas de Pascua, un bizcocho en forma de paloma (¡o escoger sus huevos de chocolate también!).
Barcelona, España
Una tradición muy famosa en España es la de las monas de Pascua.
La mona de Pascua simboliza el fin de la Cuaresma y el huevo que lleva simboliza el principio de una nueva vida. En Cataluña, esta tradición ha variado mucho con el tiempo. Hoy los padrinos regalan a sus ahijados casitas de chocolate muy fantasiosas. En Barcelona, las tiendas y las pastelerías se llenan de estas casitas que ahora llevan también miniaturas de los personajes estrella de los dibujos animados, que entusiasman a todos los niños. Se dice que fue la pastelería Can Massana la primera en poner una figura de chocolate en una mona.
Vuestro niños alucinarán a la vista de estas obras de pastelería. Pero cuidado: para respetar la tradición, es necesario esperar hasta el Lunes de Pascua. Y, bueno, si los padrinos no están con vosotros, no es un problema, ¿no?
Barcelona es famosa por ser una ciudad que acoge muchísimos festivales y esto vale también para la temporada de la Semana Santa. El Barrio Gótico se hace aún más bonito y seductor. El Viernes, no perdáis la oportunidad de ver la Procesión de la Virgen de la Macarena: una experiencia que ni vosotros ni los niños olvidaréis.
Berlín, Alemania
En Alemania, la tradición más famosa es la búsqueda de los huevos de Pascua. El domingo de Pascua, los jardines de la ciudad de Berlín se convierten en parques de juegos: dejad que vuestros niños se unan a los alemanes y miradlos correr en los jardines buscando en cada esquina los huevos decorados que ha escondido el conejo de Pascua.
La ciudad se viste de colores: mires donde mires, siempre verás conejitos y huevos. En el centro, hay mercadillos encantadores, donde podéis comprar vuestros souvenirs.
Entre los muros del Museo de Düppel, se realiza un mercado pascual, donde podréis admirar el artesanado local y donde los más pequeños podrán pintar sus huevos de Pascua.
Para vivir una experiencia inolvidable, es necesaria una visita a la Ciudadela de Spandau, que cada año acoge el Festival Medieval: volved al medioevo entre los espectáculos acrobáticos, los juegos y la música.